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En el informe se analiza la oferta de productos y servicios de las entidades
españolas a través de la red, en función de criterios como la información que
ofrecen en sus páginas web, el grado de asesoramiento que dan a sus clientes,
la operatividad de los portales o la gama de productos que se pueden contratar
por Internet.
Entre julio y noviembre de 2004, lo más destacado ha sido "el empuje de las
cajas de ahorros en cuanto a información y operatividad" que ofrecen en sus
páginas web, con el que estas entidades han logrado cerrar la "brecha
histórica" que mantenían con los bancos, aseguran los expertos del Grupo
Analistas.
Por el contrario, en cuanto a la gama de productos que se pueden contratar a
través de Internet, se corrige el estancamiento observado en el informe
anterior -de abril a junio- y se amplía la distancia entre bancos y cajas.
Cuentas, tarjetas, hipotecas y seguros han sido los productos más contratados,
aunque el aumento más significativo corresponde a los planes de pensiones, la
auténtica "estrella" de este periodo, algo lógico si se tiene en cuenta que
muchos titulares aprovechan precisamente los últimos meses del ejercicio para
realizar sus aportaciones por motivos fiscales.
La renta variable, por su parte, se mantuvo como el producto con mayor
puntuación, como es habitual, entre otras razones por la agilidad y la
comodidad que supone no tener que desplazarse a una entidad bancaria para
ordenar la operativa bursátil deseada.
Sin embargo, el informe destaca el retroceso de los fondos de inversión en los
bancos, al contrario de lo ocurrido en las cajas, aunque confía en que se
trate de algo ocasional y no de un cambio de tendencia porque coincide con el
nuevo récord alcanzado por el patrimonio gestionado en noviembre por las
Instituciones de Inversión Colectiva (IIC).
En cuanto a la seguridad de las transacciones bancarias que se realizan través
de Internet, el informe destaca el incremento del fraude conocido como
"phising", que relaciona la imagen de una determinada entidad con una
dirección de correo electrónico, lo que confunde a los usuarios y los induce a
introducir sus datos, por lo que quedan así a merced de posibles robos.
La seguridad sigue siendo una de las mayores preocupaciones de los clientes de
la banca on-line, seguida de cerca por la usabilidad (facilidad de uso del
portal), a través de nuevos desarrollos en la apariencia de las páginas, la
integración de los servicios y plataformas y la homogeneización de los
servicios.
El asesoramiento ofrecido por las entidades a sus clientes sigue también
mejorando poco a poco, aunque todavía dista mucho del que pueden encontrar en
las oficinas tradicionales.
La banca por Internet tuvo en los meses analizados un avance "lento pero
constante" como ha venido ocurriendo en los últimos años, pero los usuarios
españoles aún no se deciden a utilizar la red como canal alternativo y lo
siguen considerando un mero complemento a los servicios que les presta su
entidad en las oficinas, según la fuente.
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