La tecnología esta siendo presionada por las compañías energéticas que
quieren competir con los suministradores tradicionales de banda ancha y obtener
parte de los beneficios producidos por la demanda de una rápida conexión a
Internet. "El problema es que los paquetes de datos de Internet lanzados a
través de cables hacen que estos se comporten como antenas que envían
interferencias de corta frecuencia", dijo la revista.
Los operadores de radioaficionados creen que esto podría amenazar las
comunicaciones seguras en frecuencia corta, la cual posee gran valor en las
emisiones globales y en las comunicaciones de emergencia cuando el resto de
opciones fallan.
"Unos pocos decibelios de interferencia desde las futuras redes y no seríamos
capaces de escuchar las noticias de los aficionados en Sri Lanka, India y las
islas Andaman", declaró para la revista Hilary Claytonsmith, de la
Asociación Británica de Radioaficionados.
El Gobierno estadounidense aprobó esta tecnología en octubre, mientras que la
Comisión Europea firmará el acuerdo en poco tiempo.
La Comisión de Comunicaciones Federales de Estados Unidos (FCC, por sus siglas
en inglés) ha establecido que los proveedores deberán emplear filtros en los
equipos, para evitar el problema. La Comisión Europea está intentando establecer
medidas similares. |