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Agencias - La compañía LeapFrog Enterprises, fabricante de material educativo
basado en la tecnología el lanzamiento de un bolígrafo electrónico parlante que
combina el juego con la enseñanza.
Este bolígrafo innovador, dirigido a niños de 8 a 13 años, puede leer lo que la
mano escribe en un papel especial cubierto de puntitos, traducir palabras del
inglés al español o francés y hacer operaciones matemáticas simples, informó la
empresa en un comunicado divulgado hoy.
"Esta nueva plataforma tecnológica está diseñada para llevar la interacción
informática al bolígrafo y el papel", que son el instrumento de aprendizaje "más
prolífico y fácil de usar de todos", explicó LeapFrog.
El aparato, que utiliza tecnología de escáner óptico, entre otros avances, graba
en una memoria la escritura, lo que posibilita diferentes funciones, incluida la
corrección de errores ortográficos.
Grande como un marcador grueso, el bolígrafo, diseñado en colaboración con la
firma tecnológica sueca Anoto, tiene también funciones musicales y puede por
ejemplo reproducir sonidos si se dibuja un teclado de ocho espacios.
El usuario de este nuevo aparato electrónico puede dibujar una calculadora,
tocar los dígitos escritos a mano y las funciones para realizar operaciones
matemáticas.
El bolígrafo da la respuesta verbalmente mediante un reproductor de sonido, que
también puede traducir palabras a otros idiomas, y tiene incorporada una alarma
y un calendario, que advierte al estudiante de actividades previstas.
Otras aplicaciones son juegos de béisbol con cartas coleccionables, o un
programa de diario interactivo, en el que el aparato hace preguntas para
estimular la escritura.
El bolígrafo electrónico FLY, como lo ha denominado la empresa, estará
disponible para los consumidores hacia el último trimestre del año y tendrá un
precio de unos 99 dólares, mientras que las aplicaciones costarán entre 8 y 30
dólares.
Hace unos dos años, otra firma sacó al mercado un bolígrafo capaz de almacenar
la escritura para volcarla en un ordenador, que utilizaba un sensor óptico para
captar los movimientos y guardar lo escrito en la memoria.
El nuevo instrumento es parte de los esfuerzos de LeapFrog para ampliar su
espacio en el mercado de productos electrónicos educativos.
Los analistas señalan que puede ser difícil de vender, ya que el mercado
educativo se adapta lentamente a las nuevas tecnologías.
Según explican, no sólo habría que convencer a padres y profesores, sino también
a los niños a los que está dirigido, ya que los productos LeapFrog tienen buena
aceptación entre los pequeños de 3 a 8 años, pero aún no han logrado el éxito
entre los más mayores. |