El ciberpirata, un programador informático madrileño de 37 años cuya
identidad todavía no fue revelada, era capaz de acceder a las claves bancarias
de particulares activando y manejando a distancia sus webcams, registrando así
todo lo que se situaba en sus campos de visión, todo ello gracias a un
sofisticado troyano que actuaba de espaldas al usuario en su propio PC. Según
explica la Guardia Civil, el programador había creado este código malicioso en
el año 2003 y desde entonces había ido "capturando" miles de ordenadores
en todo el mundo. Disimulado en una fotografía o un archivo musical, se expandía
de manera masiva e indiscriminada por Internet a través de las redes de
intercambios de ficheros P2P, siendo totalmente indectable por los antivirus que
se encuentran en el mercado. Una vez instalado en el PC, el "hacker" pasaba a
tomar el control de este, monitorizando sus actividades y sustrayendo
información confidencial del usuario, como claves de acceso o números de
tarjetas de crédito. Primeras sospechas La Guardia Civil inició la
investigación tras recibir una denuncia de un industrial residente en Alicante
que detectó un funcionamiento anómalo de su ordenador y sospechando que este
había sido "secuestrado" por un virus. Tras contactar con los especialistas de
la Guardia Civil se consiguió localizar y aislar el código malicioso en
colaboración con una empresa de antivirus española, encontrándose con un troyano
totalmente desconocido hasta el momento e indetectable por los antivirus
comerciales. Como fruto de la investigación, el cuerpo policial logró
identificar al creador del virus, un programador madrileño de 37 años y
que al momento de ser detenido fue fue sorprendido “in fraganti" espiando
varios ordenadores pertenecientes a varias personas de distintos países del
mundo. |