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La piratería cinematográfica florece a la sombra del Oscar |
Con unas 300.000 copias de los últimos estrenos circulando entre los miembros de
organizaciones profesionales como la Academia de Artes y Ciencias
Cinematográficas, las filtraciones parecen seguras y con una mejor calidad que
las "capturas" efectuadas en las salas de cine. |
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Agencias - La piratería ensombrece la celebración de los Oscar ante el aumento
de las películas candidatas copiadas de las cintas enviadas a los académicos
para ganar su voto.
La 77 edición de la mayor celebración de Hollywood, los Oscar, que tendrá lugar
el próximo domingo, se ha tornado en su peor enemigo ante la certeza de que las
cinco películas seleccionadas como lo mejor del año se pueden encontrar libres
de cargo en internet, como una gentileza de la piratería.
Según fuentes de la internet encargadas de vigilar la red en busca de copias
piratas, también se pueden encontrar sin problemas otros títulos aspirantes
como "Hotel Rwanda", "The Polar Express", "Spanglish" o "Closer".
La Oficina Federal de Investigaciones (FBI) de Estados Unidos está sobre la
pista y al menos en el caso de "Million Dollar Baby" sus sospechas apuntan a
hacia un miembro de alguna organización profesional como la Academia de Artes y
Ciencias Cinematográficas.
El caso no ha hecho más que aumentar la paranoia ante uno de los problemas más
graves que sufre el mundo del cine.
Según la Asociación Americana del Cine, en 2004 la industria de Hollywood
perdió unos 3.500 millones de dólares por culpa de la piratería.
La misma asociación señala que la mayor fuente de piratería viene de los que
entran en las salas con cámaras de video para hacer su propia copia del filme,
a veces incluso en los preestrenos.
Pero con unas 300.000 copias de los últimos estrenos circulando en manos de los
profesionales, las filtraciones parecen seguras y con una mejor calidad en la
copia.
Al cierre de las urnas para la selección de los Oscar, el pasado martes, cada
uno de los 5.808 miembros de la Academia había recibido una media de 65 cintas
con los títulos más apetecibles.
Y tras el escándalo que motivó el pasado año el intento de limitar estos
envíos, en esta edición la mayor parte de las películas se distribuyeron en
calidad digital (DVD) y sin tener que firmar papel alguno como garante contra
la piratería.
El pasado año el escándalo concluyó con los cargos presentados contra Carmine
Caridi, actor de reparto en películas como "Bugsy" y "El padrino II", por
permitir la copia ilegal de sus películas.
Además de su expulsión de la Academia, Caridi fue condenado al pago de más de
600.000 dólares a los estudios Sony y Warner.
Otro miembro de la Academia, Hanna Hertelendy, de 84 años, fue vinculada a
copias ilegales de "Big Fish", aunque se le permitió seguir en la Academia al
no ser consciente de la piratería.
Esta es la principal razón de paranoia entre los académicos. Con tal número de
filmes en su poder, ¿cómo decir que no a familiares y amigos cuando piden lo
que en principio es un inocente vistazo?
Peor aún, ¿qué hacer con las cintas y los DVD ahora que la votación ha
concluido?
Soluciones caritativas como su donación a centros de estudio, hospitales o
casas de jubilados quedan descartadas.
"Es correr un riesgo innecesario porque no sabes dónde acabaran las cintas",
reconoce el publicista Tony Angelotti.
Su solución: utilizar los DVD como posavasos, al menos cuando los filmes no les
gustan.
Se trata de una solución pintoresca a un problema aún más pintoresco para el
que la Academia no tiene mejor salida.
El pasado año la firma Cinea Inc, una división de los Laboratorios Dolby,
encontró la fórmula mágica.
La empresa se comprometió al envío gratuito de reproductores de DVD codificados
de modo que los académicos recibirían copias personalizadas de filmes cuyo
visionado sólo sería posible en estas máquinas.
Cinea no llegó a tiempo en su entrega y los estudios nunca se pusieron de
acuerdo con este sistema.
En resumen, los académicos han llegado al final de la temporada de los Oscar
como sospechosos de piratería con un cajón lleno de películas y un reproductor
de DVD que no pueden utilizar.
Según recomendó en la prensa el presidente de la Academia, Frank Pierson, sólo
hay una solución: "destrucción. Saquen todo a la calle y pasen el coche por
encima".
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domingo, 25 mayo 2014 |
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