En la orilla sur podemos ir a cine, teatro, conciertos,comprar libros
de segunda mano, o dejar pasar las horas.
Para algunos es plateado, para otros es oscuro. Para el poeta
Alexander Pope "sus cuernos brillantes difunden un dorado reflejo", y para
el alemán Heinrich Heine es la fuente de su "negro humor".
Los 300 kilómetros de agua que fluyen desde Gloucestershire hasta el
Mar del Norte son gran parte de la historia y la vida de Londres.
En BBC Mundo le recomendamos una caminata por las orillas del Támesis
en la que podrá tener una vista general de la ciudad.
Nuestra caminata comienza en el County Hall. Este edificio sirvió como
sede de la alcaldía de Londres hasta el año pasado, cuando archivadores y
escritorios le dieron paso a las obras del arte contemporáneo británico de
la Galería Saatchi.
Allí, las obras de los "jóvenes artistas británicos" Damien Hirst,
Tracey Emin, Sarah Lucas y otros más han despertado elogios y críticas por
igual.
Unos pasos más adelantes nos llevan al Acuario de Londres y a una
exposición permanente de esculturas de Salvador Dalí.
Las filas de gente delatan la ubicación del London Eye, una rueda
giratoria que desde la llegada del milenio da una vista a vuelo de pájaro
de la ciudad.
Centro de cultura
A pocos metros de allí, el complejo del South Bank, o la "orilla del
sur", integra en un solo lugar a todas las manifestaciones de la vida
cultural londinense.
El Royal Festival Hall, una de las salas más prestigiosas del mundo,
donde se han escuchado más de 150.000 horas de música desde su
inauguración en 1951. Allí se puede escuchar jazz, música clásica,
contemporánea, e internacional. A la hora del almuerzo hay conciertos
gratuitos.
El National Film Theatre es el lugar favorito de los cinéfilos de la
ciudad, con sus temporadas especiales y la restauración de clásicos del
séptimo arte.
Antes de entrar al cine, podemos tomarnos un café en las mesas ubicadas
en la orilla del río, o echarle un vistazo al mercado de libros de segunda
mano que se instala todos los días para los paseantes.
El complejo cultural también incluye el Teatro Nacional, que alberga
tres auditorios donde se presentan obras tradicionales, contemporáneas y
experimentales.
La plazoleta exterior del teatro se convierte en un escenario al aire
libre gratuito durante el verano.
Diseño para todos los gustos
Una parada para tomar café.
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Continuando nuestra ruta hacia el este, podemos calmar el hambre en uno
de los restaurantes de Gabriel's Wharf, un pequeño rincón pintoresco donde
también hay animales de madera para los niños.
No muy lejos de allí encontramos una antigua fábrica con un gigantesco
letrero luminoso rojo que dice "Oxo". Se dice que los famosos fabricantes
de alimentos británicos diseñaron el cartel para hacerle frente a una
prohibición de publicidad a orillas del río.
La fábrica ahora se ha convertido en elegantes apartamentos y almacenes
de diseñadores de muebles, lámparas, juguetes y ropa, y desde el balcón se
tiene una buena vista del río.
A continuación, pasamos por debajo del puente Blackfriars, donde aún se
pueden ver los pilares rojos del puente antiguo.
Más adelante, llegamos a la Tate Modern, que es la principal galería de
arte contemporáneo de Londres, ubicada en una vieja estación eléctrica.
Picasso, Mondrian, Dali, Warhol y Matisse comparten el espacio con
manifestaciones artísticas controvertidas.
La Tate también ofrece las mejores vista de la Catedral de San Pablo
desde la cafetería ubicada en el cuarto piso.
Fracasos y éxitos
Una réplica del teatro de Shakespeare.
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Delante del museo cuelga el puente del Milenio, conocido popularmente
como el "puente tambaleante". El puente tuvo que ser cerrado durante casi
un año tras su inaguración, después de que su movimiento mareó a los
paseantes.
A la sombra del museo se ubica el Teatro Globe, una réplica exacta del
teatro donde William Shakespeare estrenó sus obras. Las presentaciones se
realizan al aire libre, por lo que conviene llevar un paraguas.
Nuestra caminata merece una parada técnica. Hora de degustar uno de los
vinos de Vinópolis, o el museo del vino, o un café en la Hay's Galleria,
un centro comercial.
Una última caminata por las callejuelas paralelas al río nos llevará al
Museo del Diseño.
Un poco más adelante, podemos ver la nueva alcaldía de Londres desde
2002: un moderno edificio redondo de vidrio diseñado por el arquitecto
Norman Foster.
Desde allí ya se puede avizorar el final de nuestro recorrido, la
famosa Torre de Londres. Nuestro recorrido por el Támesis ha terminado.