Mujeres
al frente de multinacionales en España: Amparo Moraleda y Rosa
García
A pesar de representar el 50 por ciento de la fuerza laboral, las mujeres sólo
ocupan el 12 por ciento de los puestos en los consejos de administración de las
empresas de Estados Unidos, cifra que se reduce al 6 por ciento en Reino Unido y
al 4 por ciento en España, según datos de la escuela de negocios Instituto de
Empresa.
Amparo Moraleda ha estado vinculada a IBM desde 1988, fecha en la
que se incorporó como técnico de sistemas. Posteriormente, desempeñó diversos
puestos directivos en la Compañía en España y en Europa, entre ellos, la
dirección de recursos humanos de IBM Global Services en EMEA. Amparo Moraleda,
de 37 años, casada y con dos hijas, estudió Ingeniería Industrial en la
Universidad Pontificia de Comillas y obtuvo un Master en Administración de
Empresas por el IESE.
Licenciada en Ciencias Matemáticas por la Universidad
Autónoma de Madrid. Recién salida de la universidad, a los 22 años, comenzó
a trabajar en NEC, como responsable de soporte de producto. De allí pasó a
WordPerfect España, como directora de la oficina de Madrid. Ingresó en
Microsoft, en 1991. Tras pasar por la sede central en Redmond (EEUU), en
septiembre de 2002, se convirtió en la primera mujer que dirige la filial
ibérica.
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Las compañías tecnológicas se han convertido en la excepción que confirma la
regla de los obstáculos que encuentran las mujeres para ascender
profesionalmente si no quieren renunciar a su vida familiar. Innovación,
juventud y una clara apuesta por la flexibilidad de horarios convierten a este
mercado en un paraíso para las profesionales.
España confirma esta tendencia. Gigantes internacionales como IBM, Microsoft
o Siebel han confiado el sillón presidencial de su unidad española a ejecutivas
como Amparo Moraleda, Rosa García e Isabel Tocino,
respectivamente. La filial de directorios de Telefónica, TPI, también ha
apostado por una mujer, Belén Amatriain, aunque en este caso su
responsabilidad no se extiende solamente hacía la península sino que como
Presidenta de Páginas Amarillas dirige el negocio de la multinacional en toda
su extensión.
"Los sectores tradicionalmente masculinos están haciendo esfuerzos para
cambiar, pero tienen que dar ese giro. Las empresas tecnológicas, al ser un
mercado más nuevo, no necesitan hacer esto porque ya han nacido con una cultura
de igualdad", señala Celia Anca, directora del Centro para la
Diversidad del Instituto de Empresa.
Es anecdótico, pero en el futuro será normal
Para la presidente de IBM, El hecho de ser mujer y presidenta de una
multinacional, "Es anecdótico, en este momento llama la atención, pero
dentro de unos años será una situación normal. Siempre son noticia las primeras
veces que ocurre algo nuevo".
Cree que "aún queda mucho por conciliar en la sociedad, pero vamos por buen
camino. En los últimos años se ha avanzado mucho en el reparto de
responsabilidades entre hombres y mujeres. En los próximos se logrará un
balance más equitativo". Reconoce, pero, que "quizás en España los
hombres tienen menos asumido el papel de la mujer fuera de casa".
Amparo Moraleda, por ejemplo, divide su jornada laboral como presidenta de
IBM España entre la empresa y el hogar. Las 8.30 de la mañana es su hora de
entrar a trabajar, pero a las 7.30 de la tarde apaga el ordenador para irse a
casa, bañar a sus dos hijas y cenar con ellas. Cuando termina, aprovecha para
mirar el correo, leer informes y revisar artículos hasta la medianoche.
Por su parte, la primera ejecutiva de Microsoft en España, Rosa García,
ha señalado en varias ocasiones que "lo importante es que cada uno busque su
equilibrio personal. Por ejemplo, cuando nació mi hijo, decidí que sólo iba a
trabajar de 9 de la mañana a 7 de la tarde. Intenté cumplirlo y lo logré.
Luego, en casa, me conectaba a la oficina en horas raras, pero pude disfrutar
de mi hijo".
Otra cultura laboral
"Estoy convencida de que con una mayor flexibilidad laboral en el mundo
de la empresa, con horarios más humanos, con jornadas de trabajo menos
extensas, y con unas culturas mucho más orientadas al logro, las mujeres
tendríamos muchísimas más oportunidades y posibilidades de tener carrera
profesional en el mundo de la empresa privada. Pero las mujeres nunca podrán
llegar a puestos de dirección y ocupar cargos de responsabilidad si no se les
da oportunidades en los primeros estadios de su carrera, si no se confía en
ellas y si no existe un convencimiento de que esas políticas son buenas, son
positivas", afirma la presidenta de IBM, firme defensora de la política de
conciliación que sigue esta multinacional.
"Yo nunca hubiese podido llegar al puesto que desempeño actualmente si no
hubiera estado en una compañía que permite conciliar vida profesional y vida
privada. Todos sabemos lo que supone tener niños, tener responsabilidades
dentro y fuera del trabajo, tener que faltar un día de trabajo porque tienes
que llevar a un niño al médico, o porque tienes un familiar enfermo en casa. Yo
he tenido que vivir esas situaciones igual que cualquier otro profesional pero
ese tipo de actitud y esas responsabilidades nunca me han penalizado en mi vida
profesional", añade
"Lo importante no es la existencia de los programas de flexibilidad, sino
que en la empresa exista una cultura donde esos programas tengan implantación y
donde los empleados sientan la libertad de acogerse a ellos sin que vaya en
detrimento de sus oportunidades de carrera en la compañía", algo que no
sucede en IBM pero que si es pan de cada día en miles de empresas de nuestro
país.
El secreto de las firmas tecnológicas es que poseen una cultura diferente,
más sensibilizada con el bienestar de todos sus empleados. "Muestran una
gran preocupación por la calidad de vida de los trabajadores, probablemente,
por los problemas que durante años han sufrido para retener el talento, como se
comprobó durante los años de la burbuja tecnológica", destaca el profesor
Colet.