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Según el mismo, un 73% de los patronos de Cataluña, la mayor parte residente en la capital condal, aseguran que el traslado de la CMT tendrá efectos positivos para el sector de las Telecomunicaciones catalán.

La mayoría de los encuestados considera que este traslado no tendría efectos negativos para la industria de telecomunicaciones madrileña y al contrario, la ubicación en Barcelona, podría provocar que a su alrededor se establezcan centros de decisión de las empresas.

Casi la totalidad de las respuestas indican que no es necesario que un organismo regulador esté cerca de los centros de decisión política. Explícitamente, respecto a la CMT, el 63,20% mencionó a Barcelona como la mejor ubicación, frente a un 4,50% que apostó por Madrid y un 24,10% que considera que cualquier de las dos opciones es buena.

Por otra parte, el estudio recuerda que la Unión Europea, a la hora de distribuir sus agencias reguladoras, ya opta por distribuirlas en diversos países.

Impulso al mercado

El 83,90% de los encuestados por la Fundación asegura que la descentralización de los organismos reguladores favorece a la región que los recibe. El beneficio más mencionado, por el 32,36% de los consultados, es el impulso de un mercado alrededor del organismo.

Le siguen el desarrollo general del territorio receptor (19,23%), el impulso del mercado laboral (17,30%) y la atracción de inversiones (17,34%).

El traslado podría comportar, a juicio del 63,40% de los encuestados, "un aumento de las competencias", tales como el desarrollo de proyectos de promoción de las TIC y atención al consumidor de este tipo de tecnología. También debería ayudar a atraer a Barcelona la futura Agencia Estatal de Radiocomunicaciones.

Entre los atractivos de Barcelona que citan los encuestados, figura "una economía dinámica, el entorno profesional, la calidad de vida, la capacidad de sus infraestructuras, su actitud vanguardista, la apuesta por las Administraciones regionales y locales y las iniciativas del sector privado".

No perjudica a Madrid

Respecto a las consecuencias que tendría el traslado para el sector de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) estatal y de la Comunidad de Madrid, el 73,21% cree que no se resentirá, dada su amplitud.

Según comentó Gasulla, "los únicos afectados serían los 150 trabajadores del organismo", pero recordó que "ya se está buscando una salida digna para los que no quieran venir". Asimismo, recordó que "muchas empresas de Barcelona se trasladan a Madrid con sus trabajadores, pero estamos más acostumbrados y no lo cuestionamos".

En cambio, admitió que "a nadie le gusta que le quiten nada", mientras que "cualquier comunidad que no tiene un organismo regulador, lo ve bien, y esto sirve para Cataluña pero también para Andalucía o Galicia", a modo de ejemplo.

Bueno para Catalunya y para el Estado

Las conclusiones de la encuesta defienden, por tanto, que con la llegada del CMT, Barcelona ganará como polo de atracción internacional en este sector. Así lo creen el  65,89% de los profesionales al afirmar que la descentralización supone una importante serie de ventajas para la Administración central: un aumento de eficiencia, la aportación de una visión más amplia del Estado y la aproximación de la Administración a otras realidades territoriales ganando en independencia.

Con este estudio, la Fundación Barcelona Digital se suma así a la Cámara de Comercio de Barcelona en la defensa del traslado de la CMT, una mudanza polémica que ha provocado la dimisión del presidente del organismo, Carlos Bustelo, reacio al traslado. La Fundación, se creó en 2002 para promover la actividad relacionada con las TIC en la capital catalana. Su patronato está formado por la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona, "La Caixa", Capgemini, la Fundación ESADE y empresas como EDS, Fujitsu España, Getronics, HP y Mapa INC. Cuenta con Microsoft y Telefónica como patrocinadores.