Agencias - En concreto, el Diccionario se actualiza con 2.500 enmiendas,
adiciones y supresiones, que se podrán consultar a partir de mañana en la
página web de la Academia y que se suman a las otras 2.500 que se incorporaron
en enero de 2004, según informa hoy esta institución. Si en enero del pasado
año se aceptaron términos como "autogobierno", "internet" o "castrante"
o "vaca sagrada", ahora el Diccionario se enriquece con la voz "abrefácil",
referida a ese "sistema de apertura fácil incorporado a la tapa de algunos
envases herméticos", y con "desminar" (retirar minas explosivas).
Otros artículos que se añaden son "cuentarrevoluciones", definido como "aparato
que sirve para medir la velocidad de rotación de un motor, o de otro mecanismo,
expresada en número de vueltas por unidad de tiempo".
También se incluye "digitalización" (acción y efecto de digitalizar),
"farde", que en el lenguaje coloquial de España equivale a "dicho,
hecho o cosa que alguien utiliza para fardar (presumir)", o "flap",
es decir, "superficie auxiliar del ala de un avión, ajustable en vuelo, cuya
misión es incrementar su sustentación".
El "mulá" o intérprete de la religión y la ley islámicas encuentra su
hueco en esa obra esencial de referencia que es el Diccionario de la Lengua
Española, al que se incorporan igualmente la siempre recomendable "salvapantalla"
o "salvapantallas" cuando se trabaja con ordenador, una voz que también
se define como "imagen que se activa de manera automática en una computadora
encendida cuando no está siendo utilizada".
En el lenguaje coloquial en España es muy frecuente la expresión estar "al
loro" para indicar que alguien está atento o vigilante, o también que está
"enterado, informado, al tanto", y ahora la recoge en el Diccionario la RAE,
que amplía la acepción de correo electrónico con la referida al ya
inevitable "mensaje enviado a través de este sistema".
La definición de "acoso sexual", que ya figuraba en el DRAE, sufre
una pequeña modificación y, a su lado, aparecen las formas complejas "acoso
moral" o "psicológico", con que se alude a una "práctica
ejercida en las relaciones personales, especialmente en el ámbito laboral,
consistente en un trato vejatorio y descalificador hacia una persona, con el
fin de desestabilizarla psíquicamente".
Los académicos se hacen eco del final de la peseta al recordar bajo esta voz
que esa moneda española tuvo "curso legal desde 1869 hasta 2002", y de
los avances científicos al aceptar la "reproducción asistida", para
aludir a la realizada mediante inseminación artificial.
La "rueda de reconocimiento" tan usual en el lenguaje policial y
judicial se incorpora igualmente al Diccionario, como lo hace la expresión
"terapia ocupacional", es decir, ese "tratamiento empleado en diversas
enfermedades somáticas y psíquicas, que tiene como finalidad rehabilitar al
paciente haciéndole realizar las acciones y movimientos de la vida diaria".
Pero no sólo se añaden entradas al Diccionario, algunas se suprimen porque
han caído en desuso, como es el caso de "acabijo" (término, remate,
fin), "alfonsearse" (burlarse de alguien en tono de chanza) y "atraquina",
que pierde la batalla ante "atracón".
Además de todas estas novedades, que se presentan hoy a los académicos, los
usuarios de la página web de la RAE se encontrarán también con unos siete mil
cambios que obedecen a razones técnicas, en concreto al nuevo tratamiento dado
a los sustantivos femeninos coincidentes con el femenino de adjetivos o
sustantivos de dos terminaciones, que ahora aparecen en entrada independiente.
En total son más de 12 mil modificaciones las que ha experimentado la XXII
edición del Diccionario de la Lengua Española desde que se publicó en octubre
de 2001. |