Ese proyecto depende de una alianza entre operadores y fabricantes de
teléfonos, para que los aparatos baratos se conviertan en un estándar y la
producción llegue al menos a los 6 millones de equipos por año. Asimismo, los
gobiernos estatales deberían tener que reducir los impuestos.
"Ya he hablado con los productores pero dependerá en gran medida de las
operadoras y la adhesión del gobierno en términos de impuesto ICMS (sobre la
circulación de productos y servicios)", dijo Valente a periodistas. El plan,
si se implementa, podría aumentar de 67,4 a 70 por ciento el porcentaje de
brasileños que en el 2009 tendrán telefonía móvil de acuerdo con el pronóstico
de Anatel.
Tras ratificar que el mercado de este sector sigue en pleno auge, el funcionario
dijo que esperaba 15 millones de nuevos usuarios este año, lo que elevaría el
número total a 81 millones. El mercado de telefonía móvil de Brasil creció un
41,5 por ciento en el 2004 -una de las tasas de crecimiento más rápida del
mundo- con 19,2 millones de nuevos usuarios, y el ritmo de crecimiento se enfrió
apenas 39,7 por ciento en los 12 meses finalizados en marzo, de acuerdo con los
datos de Anatel.
Junto con Rusia e India, Brasil tiene uno de los mercados de telefonía celular
de más rápido crecimiento en el mundo, apoyado en sus 180 millones de habitantes
que conforman la quinta población mundial. El rápido crecimiento ha acompañado a
una recuperación de la economía brasileña y las inversiones de compañías como la
mexicana América Móvil y la española Telefónica. Paralelamente, la telefonía
fija se ha estancado en Brasil en términos de crecimiento.
Muchas compañías subsidian el costo de los nuevos equipos telefónicos y el de
ingreso al servicio con el fin de ganar nuevos clientes. |