El Estado de California aprobó una nueva ley que prevé una
multa de 1000 dólares para cualquier establecimiento que venda un videojuego
catalogado para mayores a jóvenes menores de 17 años.
Específicamente la ley prevé el fin del comercio de los juegos violentos hacía
adolescentes.
Según una organización conservadora que ha fomentado la nueva legislación,
"el riesgo de salud de estos juegos es similar al de fumar cigarrillos".
"Precisamos detener la venta de estos juegos para proteger el futuro de
nuestros niños", dijo el portavoz de esta organización (Commom Sense
Media).
Según datos de la FTC el 70% de los adolescentes de entre 13 y 16 años compran
juegos para adultos y los juegos violentos representan el 40% del total de
títulos disponibles en el mercado.
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