Agencias - Tras ofrecer 188.983 euros por el Golf gris que una vez estuvo registrado a nombre del cardenal Joseph Ratzinger, el fundador de GoldenPalace.com, Richard Rowe, dijo que el Papa quizá estaría sorprendido por la subasta de su viejo coche, pero contento con el resultado final.

"No puedo leer la mente del Papa, pero debe estar muy sorprendido", dijo Rowe a Reuters. "Creo que aprobaría la utilización del coche para recaudar dinero con motivos benéficos".

Rowe, de 66 años, dijo que planeaba exhibir el automóvil, de seis años de antigüedad, por varias ciudades europeas.

El británico, que dijo que su compañía había recaudado un millón de dólares para donaciones en los dos últimos años con giras públicas de otros artículos extravagantes, dijo que tenía la esperanza de que la gente que viese el coche, lo tocase o se sentase en él realizase donaciones después de su experiencia".

"¿Por qué una compañía como la nuestra pagaría una cantidad absurda de dinero por algo que aparentemente no merece la pena?", dijo Rowe. "Porque las personas son curiosas. Pagamos mucho dinero por él, pero la exposición en los medios de comunicación será muy importante para nosotros".

El vendedor del coche se llama Benjamin Halbe, un alemán de 21 años de la pequeña localidad de Olpe. Compró el automóvil a un vendedor local en enero por 9.500 euros.

La subaste en Internet comenzó en eBay hace 10 días y terminó el jueves después de que se produjese la cifra record de 8,4 millones de visitantes en la web.

Rowe también ha recaudado dinero para actos benéficos con otros artículos inusuales. GoldenPalace pagó 21.650 euros por un sandwich de queso mordido y preparado hace 10 años con una imagen que muchos relacionan con la Virgen María. Mandó el sandwich de gira, envuelto en un plástico transparente.

El Volkswagen, que tiene 75.000 kilómetros, fue registrado en marzo de 1999 por Ratzinger, aunque es improbable que Ratzinger lo condujese porque supuestamente nunca tuvo carné de conducir.

Su secretaria privada dijo que vendió el coche en enero a un distribuidor alemán de coches, quien después le vendió el coche a Halbe sin entrar en detalles sobre su historia.