Tras la publicación de las especificaciones con que deberia
contar el "PC conectado" parte de cuyo coste será subvencionado por el Gobierno
brasileño algunos fabricantes mostraron su oposición a que este opere bajo
Linux, informa el diario "Folha" de Sao Paulo.
Dell, por ejemplo, anunció su disposición a participar en este proyecto aunque
avisó que sus maquinas no correrán bajo Linux.
"Para el usuario neofito, el software libre es una apuesta. Puede haber
dificultades en el uso del equipo", dijo el director de la filial en Brasil.
Por su parte, HP también dijo que seguiría apostando por Windows para este PC
económico. Justifico su decisión bajo el argumento de que "no hay muchos
especialistas en software libre" que den soporte o sepan lidiar con este
sistema operativo.
Positivo, un fabricante local que ya dispone de equipos con Linux en el mercado,
dijo que prefiere Windows para este equipamiento. No confía en el éxito
comercial de un equipo para Windows, "La gran mayoría van a piratear,
posiblemente, el sistema operativo de Microsoft", dijo su director.
Windows limitado es una opción
Finalmente el Gobierno incluyo la versión limitada de Windows (Windows XP
Starter Edition) entre las opciones del proyecto. Una decisión que no ha gustado
nada a algunos sectores que preferían que este solamente incluyera Linux como
sistema operativo.
El problema es que si bien esta versión del sistema operativo es muy similar al
XP común tiene algunas limitaciones que pueden frustrar al usuario. Por ejemplo,
solamente puede ejecutar tres aplicaciones simultáneamente.
Esta limitación impide que un usuario pueda usar el Messenger, navegar por
internet y abrir un editor de textos o el Acrobat si también esta escuchando
música, por ejemplo.
En este caso, la opción de Linux es mucho más ventajosa para el consumidor ya
que no existe ninguna limitación y se entregará, además, con 26 programas y
herramientas clave, entre ellas la suite ofimática OpenOffice.
Sin embargo, los fabricantes consideran que el consumidor que opte por Linux
deberá lidiar con otros problemas. Por ejemplo la falta de drivers para el
hardware más reciente o con un escritorio más limitado y menos intuitivo que el
de Windows.
Los sistemas bajo Linux, concluyen, precisan algunos retoques manuales y eso
puede ocasionar más de un problema
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