En el último informe de Exceltur, destacada organización
sectorial española, se indica que el primer trimestre de 2005 ha vuelto a ser
testigo de un excepcional crecimiento de venta de viajes por Internet en
España:'Las empresas de viajes virtuales españolas han vuelto a registrar
incrementos en sus niveles de ventas y beneficios por encima de los tres
dígitos, doblando todos ellos los niveles alcanzados en el mismo trimestre de
2004. Los cambios de comportamiento del turista español, cada vez más orientado
a la consulta y compra online de productos turísticos, y la mayor penetración de
las nuevas tecnologías de la información en los hogares españoles avalan gran
parte de estos resultados'.
Paralelamente, otro elemento que está incidiendo en gran medida es el aluvión de
ofertas de tarifas aéreas de bajo coste:En España, el crecimiento de viajeros
extranjeros 'sigue protagonizado, en el primer trimestre del 2005, por los
turistas que utilizan la oferta de las compañías aéreas de bajo coste, que ha
crecido un 35,1%' según dice el informe.
Las compañías aéreas de bajo coste que viajan hacia España siguen ganando cuota
de mercado, por encima de las aerolíneas tradicionales. Datos de AENA revelan
que el número de pasajeros que llegaron aquí, en el primer trimestre de 2005, en
compañías aéreas de bajo coste, ascendió a 2,8 millones, con un crecimiento
interanual del 35,1%,. Frente a ello, está el tímido crecimiento del 1,9% de la
compañías aéreas tradicionales.
Consecuencia de todo esto es un turismo 'más libre', menos organizado por la
industria turística. Se elige un vuelo barato a través de internet y se hace lo
mismo con la búsqueda de alojamiento, en muchos casos residencias alternativas
en lugar de hoteles.
En consecuencia, pese a que el número de turistas creció en un 7,4% en el primer
trimestre de 2005 en relación con ese mismo período del pasado anterior, la
afluencia de turistas a hoteles apenas se ha elevado un 2,8% y las
pernoctaciones hoteleras de extranjeros sólo subieron un 0,8%. La cifra es
misérrima, habida cuenta que el crecimiento de la capacidad hotelera española es
mucho mayor.
En el periodo analizado (primer trimestre del 2005) un 16% de los turistas
organizaron su viaje a España de manera independiente, en tanto que los que
viajan en la modalida de paquetes turísticos han bajado un 2,7%, lo que pone de
manifiesto la 'necesidad de las empresas turísticas españolas de asumir nuevos
modelos y estrategias integrales de marketing y e-business vía Internet ante el
consumidor'.
Un elemento novedoso es también la 'huída' de turistas españoles hacia el
exterior, con una tendencia que está preocupando tanto a las autoridades
sectoriales como a los empresarios.
Con crecimientos interanuales de cerca del 30 por ciento de viajeros españoles
hacia el exterior, los expertos hablan del efecto de la fortaleza del euro, pero
temen que estén evolucionando las preferencias respecto a destinos españoles
menos competitivos, caros y poco exóticos, para un publico cada vez más ansioso
de novedades.
Esta evolución tiene su efecto en la balanza de pagos y en la cuenta de
resultados de los hoteleros, y algunos ya reclaman las campañas de promoción que
inciten a los españoles a viajar más por España.
Y es que el turismo ha evolucionado en España rápidamente, a medida que lo hacía
el nivel de vida, desde los años duros del siglo XX. Camilo José Cela, relata la
miserable salida de Pascual Duarte cuando quiso conocer Madrid: 'volqué el arca
en la bolsa, la despensa en la alforja (...) y aprovechándome de la noche como
un ladrón, cogí el portante, enfilé la carretera y comencé a caminar campo
adelante(...) al tren lo fui alcanzar en Don Benito'.
Y es que sólo el español de alta clase podía hacer turismo selecto en costas
como las de San Sebastián o Santander. Las clases privilegiadas siempre han
sabido lo que es disfrutar del turismo, como recuerda la historia, cuando los
emperadores romanos se construían mansiones en Capri, o en la misma Edad Media,
cuando los reyes de León se refugiaban del calor en las apacibles tierras de
Babia...
Pero la globalización, que ha popularizado el televisor y el cepillo de dientes
también ha facilitado el hecho de viajar. Y en torno al viajero ha surgido un
sector que supone en torno al 12 por ciento del Producto Interior Bruto de
España. Un sector que sabe que ha de evolucionar si quiere seguir estando a la
cabeza del turismo mundial.
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