La PSP, una consola portátil que sirve para videojuegos y
películas, ya se ha convertido en un fuerte vendedor en Japón y Estados Unidos,
pero los recortes de suministro forzaron a Sony a retrasar el lanzamiento
europeo en más de seis meses.
Una serie de comerciantes ya han actuado para rellenar este vacío, al importar
PSP desde Japón y Estados Unidos y venderlos en Reino Unido.
Estas llamadas ventas paralelas de importación, que se suceden desde principios
de año, son ahora objeto de una serie de enérgicas medidas legales por parte de
Sony. Un lugar, ElectricBirdLand, recibió el mes pasado una orden de cese
temporal, al afirmar que estaba infringiendo la marca de Sony.
"La ley es clara, y la actividad de importaciones paralelas de productos PSP
desde Estados Unidos y Japón es ilegal. Debería entenderse claramente que bajo
ninguna circunstancia Sony Computer Entertainment consiente este tipo de
actividades", dijo un portavoz en un comunicado.
ElectricBirdLand no se ha retractado, y ha destacado que Sony no es propietaria
de la marca PSP en Gran Bretaña, donde ha sido registrada por una empresa
pequeña de tecnología de la información y diseño con sede en Bristol, Owtanet
Ltd. Las quejas de Sony se refieren a la marca original PlayStation.
"No estamos intentando restar importancia a la marca Sony o perjudicar
ninguna venta futura ya que la demanda del producto es muy grande", dijo Dan
Morelle, director administrativo de ElectricBirdLand, que ha vendido varios
cientos de PSP.
"Todo lo que ofrecemos es lo que Sony ha fallado en hacer y es darle al
cliente exactamente lo que quiere, cuando lo quieren", agregó.
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