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Una nueva tendencia se está instalando entre los hombres más poderosos del
mundo. Si hasta hace unos años tener una isla o un avión privado era suficiente
para conformar el selecto club de los millonarios, ahora la exigencia es tener
un cohete espacial propio, o financiarlo.
Son muchos los empresarios dispuestos a pagar u$s300 mil por un vuelo espacial y
participar de los proyectos. Casi todos coinciden que la carrera espacial no
debe ser "sólo cosa de la NASA".
Casi todos estos nuevos 'capitalistas espaciales' coinciden en que la carrera
espacial debe ser "cosa no sólo de la NASA".
Paul Allen, cofundador de Microsoft junto a Bill Gates, fue el que dio el
puntapié en esta particular exigencia. Allen ha invertido miles de millones en
pryectos relacionados con el espacio, la ciencia ficción y la búsqueda de vida
en otros planetas.
Algunas de sus inversiones fueron el telescopio Allen Telescope Array, destinado
para el observatorio Hat Creek con el objetivo de buscar vida extraterreste, y
el museo Science Fiction Experience. Unos u$s29 millones y otros u$s20 millones
respectivamente fue lo que invirtió Allen en sus proyectos.
Sin embargo, su mayor contribución a la historia espacial, sin duda, ha sido el
Space Ship One, la primera nave espacial íntegramente financiada con capital
privado que ha logrado subir al espacio, y volver a la Tierra con su piloto sano
y salvo.
Otro fanático de este tipo de proyectos es Jeff Bezos, fundador de Amazon.com.
Hasta creó la empresa Blue Origin, que participó en la competición Ansar X y
tiene el objetivo de construir algún día naves espaciales privadas. Bezos ya
adquirido 165 mil hectáreas en Texas donde construirá la base para sus
lanzamientos, informó el diario español El Mundo.
Elon Musk, fundador de PayPAl, Larry Page, uno de los fundadores de Google y
John Carmack, creador de videojuegos como Doom o Quake son otros dos empresarios
del mundo de Internet que se agregan a la lista de los "espacio adictos".
Carmack ya ha llegado a realizar diversas pruebas en Dallas de su prototipo de
nave, el Armadillo Aerospace. |