El hotel Palacio Ca Sa Galesa, de cinco estrellas pero con sólo doce
habitaciones (7 suites y 5 dobles), está situado en un antiguo palacio del siglo
XVI, con una superficie total de 3.000 metros cuadrados, decorado con
antigüedades, cuadros originales al óleo, relojes franceses de la época
imperial, alfombras persas, artesonados de madera del siglo XVII y objetos
delicados. Los privilegiados huéspedes de este palacio son tratados con todo
tipo de mimos por el personal del hotel que se esmera en ofrecerle una estancia
exclusiva e inolvidable.
Entre las novedades que se han preparado de cara al verano, destaca su nuevo
menú `room service´ durante todo el día, a base de platos frescos, que permite
disfrutar, por ejemplo, de una ensalada de salmón salvaje con hinojo y muselina
de espárragos, una ensalada de bacalao ahumado con vinagreta de olivas negras
marcidas, un pastel de verduras y foie gras con salsa de calabaza o una crema de
espárragos con almendras. Algunos de estos platos también pueden disfrutarse en
la espléndida terraza del hotel con vistas a la catedral y la bahía de Palma. En
la terraza, por cierto, hay un servicio de cremas solares gratuito y también
pueden tomarse refrescos gratis.
El hotel Palacio Ca Sa Galesa mantiene, igualmente, su Carta de Baños que
permite disfrutar en la habitación de todos los placeres y propiedades
tonificantes del agua combinados con fragancias, aromas exóticos y texturas
sensuales. Hay diferentes propuestas para cada baño: relajante, estimulante y
baño silueta que ayuda a perder peso y afinar la figura. Como complemento de
estos baños, que pueden prepararse avisando con sólo una hora de antelación, se
sugiere una botella de cava o champán, una copa de cognac, fresas o un buen
habano. También dispone de un exclusivo servicio de masajes, a cargo de Juan
Torres, un reconocido masoterapeuta y naturista, experto en técnicas orientales
y occidentales, que combina diferentes tipos de masajes, como el sueco clásico,
el hindú, el linfático y otras técnicas como la quiropraxia, digitopuntura,
reflexología, kristal terapia, etc. Otra gama de masajes se basa en la
utilización de aceites aromáticos y esenciales de lo más variados, como romero,
lavanda, geranio, eucalipto, mejorana, cedro, sándalo y muchos más.
Pero si los cuidados en el hotel son magníficos, el cliente también disfrutará
de los servicios que Ca Sa Galesa le ofrece cuando está fuera. Bicicletas
gratuitas para hacer recorridos por la ciudad o los alrededores; la antigua
tradición de las cestas de pic-nic, con todo lo necesario, incluidas bebidas
frías en una mininevera, para organizar una merienda en la playa o en el campo.
El menú se prepara al gusto del cliente, sólo es necesario indicarlo el día
anterior y recogerlo en recepción cuando se sale de excursión. Las posibilidades
para el almuerzo o merienda van desde ensaladas y gazpachos a tortilla de patata
y filetes empanados, como siempre se ha hecho en las comidas al aire libre.
También se pueden encargar sandwiches especiales, raciones de queso de Mahón o
embutido y frutas.
Los que decidan quedarse en casa —en palacio-- también disfrutarán. Amplias
zonas de estar, concebidas como un museo, biblioteca con música clásica de fondo
para amenizar las veladas en compañía de un libro, una copa o un buen puro; un
bar, decorado con muebles de los siglos XVII y XIX, donde cada uno puede
servirse sus bebidas favoritas y otras elegantes salas en las que descansar,
leer, comer, tomar una copa o experimentar la auténtica ceremonia del té. Toda
la planta noble del palacio está dedicada a estas zonas que los clientes pueden
usar libremente. Precisamente una de las estancias más originales es la llamada
`Cocina Monet´, decorada con exquisito gusto, en tonos amarillos y que reproduce
fielmente la representada en el célebre cuadro del impresionista francés en su
casa de Giverny. En ella los clientes pueden prepararse y servirse diferentes
tipos de tés y cafés traídos expresamente de la Casa Harrod's de Londres,
utilizando teteras y vajillas de época. Mención aparte merecen el patio interior
en el que reposar contemplando el jardín y el movimiento rítmico del agua de su
fuente, la sauna, el pequeño gimnasio y la piscina interior refrigerada en
verano y climatizada en invierno, dotada de un chorro a presión para quienes
deseen nadar a contra corriente y hacer ejercicio. Es la única piscina cubierta
que queda en el barrio gótico de Palma, y conserva en perfectas condiciones la
bóveda que la cubre.
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