En respuesta a la sentencia del Tribunal Supremo de Estados Unidos respecto
al caso MGM Studios contra Grokster, la CISAC (Confederación Internacional de
Sociedades de Autores y Compositores), en nombre de sus 210 organizaciones
miembros de todo el mundo – entre las que se incluyen la ASCAP, el BMI, el DGA,
la NMPA, la SESAC y el WGA de EE.UU. – emitió ayer el siguiente comunicado, que
reproducimos integramente
"Aplaudimos la sentencia unánime e inequívoca del Tribunal Supremo
estadounidense. Envía un claro mensaje desde los Estados Unidos, que tendrá eco
en todo el mundo, ratificando que las empresas de servicios par-a-par no pueden
utilizar la propiedad creativa de los autores, compositores y otros
derechohabientes para potenciar sus propios negocios a costa de los creadores.
Sitios como Grokster y Kazaa fundamentan su éxito en el uso de música, películas
y otras obras protegidas por los derechos de autor; emplean estas obras sin el
permiso de sus creadores y sin que éstos reciban una compensación, lo que
constituye una actitud totalmente inaceptable. Estamos muy complacidos de que la
sentencia del Tribunal Supremo de Estados Unidos haya apoyado unánimemente la
postura de los derechohabientes al considerar que “los modelos de negocio
empleados por Grokster y Streamcast confirman que sus principal objetivo
consiste en que su software sea empleado para la descarga de obras protegidas
por derechos de autor” y que los servicios de intercambio de archivos en
Internet son “responsables de los actos ilícitos de terceros resultantes”.
En nombre de los tres millones de creadores de todo el mundo que componen la
comunidad de la CISAC, esperamos que esta sentencia establezca los cimientos
para una mayor comprensión mundial de los derechos de los creadores y del valor
de su contribución artística.
El respeto a los derechos de los creadores no es un obstáculo para la revolución
digital. Por el contrario, la CISAC y sus miembros valoran la innovación
tecnológica en la distribución legítima de contenidos creativos al público. Las
sociedades de autores, junto con su representante a escala internacional, la
CISAC, están trabajando con diligencia con muchos servicios legales de todo el
mundo para ofrecer las licencias necesarias para que operen en un entorno
seguro”.
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