Los molestos timbres en medio de una proyección en la sala de cine, en el
restaurante o el autobús también pueden escucharse ya en lugares como parques
infantiles y, a juzgar por los últimos acontecimientos, no falta mucho para que
alcancen las guarderías.
El gigante de los medios y el entretenimiento Walt Disney anunció sus planes
para ofrecer telefonía a los niños de entre 8 y 12 años y todo parece indicar
que, gracias al favor del que goza su nombre entre este público, entrará en este
mercado como un elefante en una cacharrería.
Lo hará de la mano de Sprint, que prestará su red de comunicaciones, y a través
de un servicio llamado Disney Mobile que, con un conjunto de ofertas de
aplicaciones con contenidos de entretenimiento, está especialmente diseñado para
las familias.
"Disney Mobile combinará la experiencia de Disney en el mercado familiar con
el liderazgo de Sprint en los servicios de voz y datos para crear una nueva
experiencia en telefonía móvil", dijo el presidente de Walt Disney Internet
Group, Stephen Wadsworth.
Los analistas ya habían previsto tiempo atrás la irrupción de las empresas en el
mercado para niños, dada la saturación que existe entre los adultos (el 70 por
ciento de la población ya está suscrito a algún servicio de telefonía móvil).
Un estudio difundido recientemente por la firma de investigación de mercados de
Nueva York NOP World Techonology indica que un 14 por ciento de los niños de 10
y 11 años tenían teléfonos móviles en el año 2004.
Se trata de un porcentaje similar al que existía en 2002 entre los niños de 12 y
14 años, lo que muestra que los usuarios son cada vez más jóvenes.
La compañía propietaria de Mickey Mouse no es la única que busca hacerse con
este lucrativo segmento.
Firefly Mobile, con sede en Illinois, lanzó recientemente un servicio de
telefonía móvil para niños y, según los datos de la compañía, ya cuenta con más
de 100 mil usuarios menores de 12 años.
En lugar del tradicional teclado numérico, Firefly ofrece cinco grandes botones:
para llamar a mamá, a papá, almacenar ciertos números, comenzar a hablar y
concluir la conversación.
El producto, que utiliza la red de Cingular, también permite impedir que entren
llamadas de números diferentes a los autorizados.
La compañía planea, además, ofrecer un seguro especial a los jóvenes
propietarios, que tienden a perder el aparato cada dos por tres.
Mientras tanto, Enfora planea lanzar teléfonos equipados con software educativo
dirigidos a los niños a partir de seis años, y Mattel hará lo propio con un
aparato inspirado en Barbie.
La compañía californiana Wherify, por su parte, apuesta por un teléfono equipado
con GPS -el Sistema de Posicionamiento Global- que permitirá a los padres saber
en todo momento dónde están sus retoños.
Por otra parte, Nokia ya dispone de los teléfonos "Hello Kitty", y Verizon
Wireless ha añadido videoclip de Plaza Sésamo y Nickelodeon a su servicio para
que los padres puedan distraer a sus vástagos durante unos minutos.
La telefonía sigue los pasos de otros tantos productos que cada vez más
compañías tratan de colocar en manos de los niños, desde alimentos hasta
tarjetas de débito o consolas de videojuegos, algo que preocupa a no pocos
consumidores.
Entre ellos se encuentra el grupo
Consumers Union (en
la dirección HearUsNow.org), que observa con preocupación esta tendencia que
potencia el consumismo desde la más tierna infancia y cree que, en el caso de la
telefonía, los niños pueden incurrir en elevados gastos que luego tendrán que
pagar los mayores.
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