Tras reportarse importantes errores en la última versión del
navegador que obligo a liberar rápidamente una actualización no prevista (la
1.0.6) ayer se conocía que una de las extensiones más populares de Firefox es
una puerta abierta a que hackers accedan al disco duro.
No solo eso, además, si el equipo esta conectado a una red LAN, el hacker podría
acceder a la lista de contenidos de los directorios locales.
De acuerdo con Mark Pilgrim, el desarrollador que descubrió el agujero de
seguridad, el fallo afecta a todas las plataformas.
Pilgrim recomendó a los usuarios que desinstalen Greasemonkey de los equipos
hasta que no se encuentre disponible una actualización que corrija el problema.
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