No podia fallar. Todo salió conforme lo planificado. La reunión de Thursday en Barcelona el pasado 14 de julio, fue un éxito de asistentes y sobre todo por el nivel del conferenciante.

No se puede dejar pasar por alto el esfuerzo de sus organizadores que consiguieron que acudieran al evento empresarios pioneros en la aventura de Internet en España como Mª Gloría Llatzer, Axel Serena, Angel Cortés o Emilio Márquez que ayudaron a que el debate fuera muy interesante, junto con la presencia de empresarios del sector TIC como Lluis Font, Quino Fernández o Roman Martín, entre otros.

Destacar la brillantez y habilidad de Ildefonso Mayorgas, como moderador del evento, abriendo fuego al inicio del debate, siempre difícil al principio, y que, sin embargo, se convierte siempre en una de las partes más interesantes del encuentro.

En relación al ponente, Carlos Blanco, habló, desde su dilatada experiencia en la Red, de las distintas posibilidades de negocio que se pueden generar dentro del Ocio Digital, dándole, además, a su exposición un tono desenfadado, demostrando su gran dominio y conocimiento de esa actividad.

Así se habló de las posibilidades del sector en actividades como el ocio para adultos, juegos, videojuegos, etc. La intervención de Carlos quedó perfectamente enfocada desde un inicio, al plantear a los asistentes cuáles eran los cuatro grandes negocios del mundo, afirmándose casi sin excepción: drogas, armas, sexo y juego.

En relación a estos cuatro grandes soportes del negocio en la Red, se habló detalladamente, haciéndose historia de su evolución, sobre todo, mostrando que, gracias a ellos, había calado en la sociedad la idea de que la Red genera negocio y que después de la burbuja-estallido de las punto com, ha habido vida, siendo estos cuatros elementos productivos de la Red un magnífico referente, con sus luces y sombras, también.

Posteriormente y tras el networking (intercambio de tarjetas entre los asistentes), clásico ya en los encuentros de Thursday, se celebró una cena con casi 30 comensales que en un ambiente más íntimo y relajado, intercambiaron conocimientos, junto con los tipicos comentarios de batallitas o curiosidades del sector.