Los investigadores ya se han encontrado con más de un caso en el que alguna de
las víctimas apoyó su versión en las imágenes fugaces que pudo capturar con la
cámara de fotos de su teléfono. Eso sí, hay que tener reflejos -y una dosis de
sangre fría- para bajarse del coche encuadrando el accidente que se acaba de
sufrir.
Hasta los propios policías locales ya empiezan a utilizar a veces sus móviles
para retratar siniestros de daños materiales de cierta consideración, en los que
intervienen las patrullas municipales de los distritos, sin necesidad de que
acudan agentes de la Unidad de Atestados, que siempre hacen un reportaje
fotográfico con cámaras digitales profesionales.
Según explican los propios funcionarios, las fotos tomadas con el móvil resultan
muy útiles en los siniestros 'aparatosos' pero sin heridos, ya que los más leves
suelen dirimirse con un parte amistoso y los más graves, con un atestado
policial que acaba posteriormente en el juzgado.
Los investigadores consideran que las instantáneas suponen una herramienta más
para investigar los percances. 'Cuando se sacan en un formato adaptable, se
suelen adjuntar a las diligencias de prevención para la reconstrucción del
accidente', cuenta un agente, quien confirma que en los archivos policiales hay
cada vez más fotos procedentes de teléfonos móviles o de las cámaras digitales
de los policías, que las echan en el coche patrulla durante el servicio.
Las propias víctimas ya ponen en práctica sus dotes en la materia; si no les
sirven para llevarlas a la policía, pueden entregarle las fotos a su compañía
aseguradora. El gerente de Mapfre en Málaga, Ángel Puig, asegura con rotundidad
que cualquier medio de prueba que permita aclarar las circunstancias de un
accidente es bien recibido. 'El que alega es el que soporta la carga de la
prueba', sentencia.
Lo bueno de las instantáneas capturadas con los teléfonos es que, pese a su baja
calidad, nadie se llama a engaños. 'Pueden ser muy útiles en los partes en los
que los implicados ofrecen versiones contradictorias y no hay elementos
probatorios', afirma Puig. 'Esos siniestros, a veces, resultan imposibles de
solucionar'.
Ahora bien, ni todas las fotos sirven, ni tampoco en todas las circunstancias.
El gerente de Mapfre asegura que la instantánea debe retratar todas las claves
del accidente. El plano de la foto debe abarcar la posición de los vehículos
dentro de la calzada, el carril en el que se produjo el impacto o los
desperfectos de las carrocerías de los coches.
Según explica Puig, las imágenes sacadas con los móviles son muy útiles en
accidentes donde uno de los dos automóviles invade el sentido contrario de la
circulación -permiten atestiguar el punto exacto donde colisionaron- en los
atropellos de peatones fuera de los pasos habilitados. 'Sin embargo, no sirven
para una colisión entre dos vehículos en un cruce habilitado por semáforos, ya
que no puedes determinar quién se lo saltó'.
Los expertos en tráfico entrevistados sostienen que las imágenes serían
completamente válidas a nivel judicial, puesto que se trata de elementos de
prueba capaces de resolver una contienda que se ha metido en un callejón sin
salida. Si la cosa no cambia, los juzgados podría llenarse de fotos hechas con
los móviles y las carreteras, de fotógrafos improvisados.
Terra Actualidad - Vocento/VMT
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