Este crecimiento se debería en parte a que instalar una línea telefónica fija
en el hogar cuesta hasta tres veces más que comprar un celular. Hoy se ofrecen
líneas hogareñas a 181,50 pesos (IVA incluido), a lo que hay que sumarle el
costo del aparato, que va de 38 a 50 pesos los más baratos.
Pero las ofertas de líneas celulares son bastante más seductoras, ya que
arrancan desde los 89 pesos, equipo incluido.
En comparación, en marzo pasado el 23,4 % de los 36,2 millones de argentinos
poseía un teléfono móvil en funcionamiento.
En términos absolutos, el actual porcentaje de penetración en el mercado
equivale a unos 8.470.800 aparatos en funcionamiento.
El estudio también destaca que el crecimiento de la telefonía móvil fue del 91
por ciento en el segmento de menos recursos económicos, donde en marzo pasado el
13,2 % tenía un aparato celular.
El 40 por ciento de los usuarios que se incorporaron a las comunicaciones
móviles entre marzo de 2004 y marzo de 2005 pertenece a una clase
socio-económica baja, precisa el informe de Latin Panel.
Otro punto interesante es que en la Argentina el 63,6 % de los teléfonos móviles
en servicio tienen factura mensual (pospago), mientras que el 27,7 % lo hace con
tarjeta (sistema prepago) y el restante 8,7 por ciento lo hace con planes con
una factura fija mensual, que lo habilita a un consumo determinado, y que luego
puede combinarse con la compra de tarjetas.
No hay diferencias de edad entre los consumidores según el relevamiento de Latin
Panel. El crecimiento se dio primero entre la población de más de 25 años;
luego, en la franja de 19 a 24 años y, por último, llegó a los más chicos.
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