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El sitio de Andrea y su esposo Jeffrey ha causado polémica entre partidarios de
esos esfuerzos, que coinciden en la ineptitud oficial para responder al
desastre, y quienes consideran que personas como la pareja pueden aprovechar la
tragedia para defraudar.
"Optamos por ir personalmente en busca de esa ayuda ante la grave negligencia de
autoridades estadounidenses que no la hicieron llegar a tiempo" a la zona
afectada por el huracán, dijo vía telefónica Andrea.
A través de su página en internet, los dos oriundos de Nueva Orleáns exhortan a
la sociedad a donar dinero, alimentos, agua y ropa, entre otros artículos para
ayudar a damnificados en Louisiana.
La pareja narra en el sitio www.getyouracton.com detalles de su recorrido que
iniciaron el martes pasado desde Nuevo Orleáns, tras el paso de Katrina, hasta
Austin, Texas, donde un negocio de vehículos usados les regaló una camioneta
Dodge Van 1976 para su causa.
Asimismo lograron recabar más de 10 mil dólares, entre dinero en efectivo y
artículos de primera necesidad, así como ropa para distribuir a damnificados en
Louisiana.
Andrea dijo que, al igual que ellos, muchas otras personas y grupos privados han
optado por realizar esfuerzos individuales para ayudar a víctimas del huracán
ante la desesperación por la extremadamente lenta respuesta de autoridades
estadounidenses.
Añadió que planean llegar esta tarde a Covington, Louisiana, para reunirse con
un grupo de ex combatientes de guerra estadounidenses denominado, Veteranos por
la Paz, que cuenta con un campamento de acopio de ayuda para damnificados.
Indicó que tras desplegar en su sitio el llamado de ayuda para víctimas de
Katrina la respuesta fue "abrumadora" por parte de civiles e incluso algunas
empresas.
También destacó que les enviaron ayuda económica personas en Canadá, Reino Unido
y un mexicano del estado de Veracruz, quien los contactó para ofrecer sus
servicios como voluntario y se trasladó a Louisiana hace unos días por su propia
cuenta para poder apoyar.
Andrea señaló que la ciudad de Nueva Orleáns ha sido sitiada por el ejército y
no se permite ni siquiera el acceso a caravanas privadas con ayuda para
damnificados.
No descartó, conforme a lo que pudieron presenciar al abandonar dicha ciudad y a
conversaciones con amistades que permanecen todavía ahí sin ser evacuadas, que
el número de muertos pudiera alcanzar decenas de miles. |