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La discusión sobre el control del sistema de dominios de Internet era hasta
hace poco algo más o menos oscuro que en las últimas semanas ha ocupado más
espacio -y apoyos- en la vida política de EEUU.
Tanto el gobernante Partido Republicano, con el presidente George W. Bush a la
cabeza, como el opositor Partido Demócrata parecen dispuestos a llegar hasta
donde haga falta con tal de que no les quiten lo que consideran que es suyo.
Para ello se apoyan en los orígenes de la red, que nació como un proyecto
militar del Pentágono.
Por el momento, Estados Unidos mantiene el control de las 'raíces' de Internet,
lo que significa que está en su poder autorizar o denegar determinados dominios,
tal y como sucedió recientemente con la terminación '.xxx' para los sitios de
pornografía.
La autorización de la triple X fue vetada por la administración de Bush bajo el
argumento de que no quería permitir la creación de un 'barrio rojo virtual' que
potenciase la pornografía en la red.
Así, EEUU es el único país que mantiene poder de veto sobre la Corporación
para la Asignación de Nombres y Números de Internet (Icann), organismo
californiano privado pero dependiente del departamento de Comercio que regula
los dominios de Internet.
Bush discutió la cuestión en un encuentro la semana pasada con Jose Manuel Durao
Barroso, presidente de la Comisión Europea, organismo que está a favor de que se
descentralice el poder que ejerce EEUU y, por lo tanto, de que se cree un nuevo
modelo de gobierno de la red.
La mayoría de los países, sobre todo aquellos en vías de desarrollo, argumentan
que la red se ha convertido en sinónimo de desarrollo y crecimiento y por ello
resulta un instrumento básico para aumentar las oportunidades de los grupos
menos favorecidos.
La cuestión se debatirá en la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información (CMSI),
organizada por las Naciones Unidas, que se celebrará en Túnez a mediados de
noviembre.
El Gobierno de EEUU acudirá a esta cumbre con el respaldo de republicanos y
demócratas.
Representantes de ambos partidos enviaron hace unos días una misiva al
departamento de Estado y al de Comercio para pedir a la Administración de Bush
que se mantenga firme y retenga el control del sistema de nombres de dominio.
'Dada la importancia de Internet para la economía mundial, es esencial que el
sistema de dominios se mantenga seguro y estable', señala la carta firmada
por dos republicanos y dos demócratas, incluidos Joe Barton, presidente
del comité del Congreso para Energía y Comercio, y Fred Upton,
presidente del subcomité de Telecomunicaciones e Internet.
'EEUU debe mantener su rol histórico para autorizar cambios y modificaciones
en los ficheros de raíz', continuaba la misiva.
Al igual que otros países, la Comunidad Europea busca que EEUU comparta con la
ONU la responsabilidad sobre el sistema de dominios, incluyendo la posibilidad
de añadir o retirar dominios.
A este plan también se oponen otros grupos que creen que una estructura
diferente podría traer consigo más regulaciones que perjudicarían la expansión
del comercio electrónico.
Entre ellos se encuentra la Asociación de la Industria de la Tecnología de la
Computación (CompTIA), que señaló que apoya una solución basada en las
reglas del mercado más que en el control de la ONU, o Nominet, organismo
que gestiona el dominio de Gran Bretaña. También se ha manifestado contrarios a
un posible cambio, la organización no gubernamental
Internet Governance Caucus.
Su portavoz, la académica alemana
Jeanette Hofmann dijo que "Las Naciones Unidas no son un organismo apto para
controlar Internet", argumentando que "No queremos que países no
democráticos influyan en un sistema que es tan importante para la libertad de
expresión."
Por el contrario, otros grupos que los Estados
Unidos cumplan su promesa de hacer que con el tiempo esa organización sea
independiente. "Mientras los Estados Unidos se opongan a ceder el control a
un organismo internacional, hay pocas posibilidades de destrabar la situación en
el corto plazo", afirmaron algunos delegados a la reunión de Tunez.
¿Un falso debate?
Los grupos que representan a los usuarios de Internet
han venido manifestando de que esa controversia que mantienen los Estados
Unidos y el resto del mundo por el control deja de lado cuestiones más
importantes, como la eliminación del correo basura, la lucha contra delitos
cibernéticos y el robo de identidad, áreas en las que, según advierten, los
gobiernos deberían ejercer una función más activa.
"Pienso que este debate no es tan importante para la gente que usa Internet",
señaló Lynn St. Amour, directora ejecutiva de Internet Society,
organización sin fines de lucro con sede en el estado norteamericano de
Virginia.
Una internet fragmentada
No comparten esta opinión, sin embargo, los expertos
que alertan ante el peligro de que a falta de un consenso internacional algunos
países lancen sus propios sistemas de dominios rompiendo el frágil equilibrio
sobre el que se sostiene la actual situación.
"Eso podría producir una Internet fragmentada y
hacer más difícil que los usuarios se conecten y encuentren información a escala
global", expresó Robert Shaw, asesor de la International
Telecommunication Union, organismo administrado por las Naciones Unidas con
sede en Ginebra, anfitrión de la conferencia. "Si los países en vías de
desarrollo no ven que sus preocupaciones sean atendidas, podrían sencillamente
establecer un sistema completamente diferente", siguió.
China, un país con 1200 millones de habitantes y
que vive un espectacular aumento de usuarios, aparece entre muchos expertos como
el país que podría dar ese primer paso. Ya lo ha hecho en otros terrenos, como
por ejemplo, en el desarrollo de una propia tecnología de comunicación móvil 3G
frente a los estándares que la industria ha venido promoviendo en los últimos
años. |