La Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información (CMSI) que comienza en
Túnez este miércoles tendrá como eje central la polémica sobre el control de
Internet llevado a cabo por EE.UU., frente a las amenazas de algunos países por
crear un organismo propio para la gestión del sistema. Se espera que el
secretario general de la ONU, Kofi Annan, jefes de Estado y más de 11.000
participantes acudan a la cita.
La Unión Europea (UE) y países como Brasil, China e India coinciden en
cuestionar el control que el país norteamericano ejerce sobre Internet y la
gestión de las direcciones electrónicas, muestra del poder que supone la
posibilidad de bloquear el acceso a todos los sitios de la Red sea cual sea el
país o impedir el envío de todos los mensajes electrónicos del mundo.
Durante la conferencia regional ministerial de América Latina y el Caribe en
Río de Janeiro en junio, representantes de estos países destacaron su
"compromiso de contribuir a la evolución de un sistema internacional de
gobierno de Internet basado en el multilateralismo, la transparencia y la
democracia". Asimismo, manifestaron su "convicción de que todas las partes
interesadas deben participar activamente en el gobierno de Internet".
Principio de solidaridad
La cumbre celebrada en Ginebra en 2003 ya subrayó el principio de solidaridad
en la lucha contra la fractura digital y la confianza de los participantes en
el papel de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en la
lucha contra la pobreza y el desempleo. También destacó las profundas
divergencias sobre las diferencias de acceso a la información, la libertad de
opinión y el pluralismo de la prensa entre las sociedades democráticas y las de
regímenes autoritarios.
Conversaciones previas a la cumbre de Túnez realizadas en Ginebra en octubre
pasado sobre la regulación del tráfico digital en el siglo XXI, concluyeron sin
acuerdo, ya que EE.UU. se negaba a ceder su control exclusivo a un organismo
internacional. Sin embargo, aunque a muchos usuarios les desagrada el control
que ejercen los norteamericanos a través del ICANN, el organismo que autoriza
el uso de nombres de dominio, temen que la intervención de Naciones Unidas
suponga una politización de la Red.
Al margen de esta polémica, muchos usuarios recuerdan que otros problemas
importantes deben ser resueltos, como la eliminación del correo basura, la
lucha contra los delitos cibernéticos y el robo de identidad. En lo que
respecta a la lucha contra la "brecha digital", la conferencia de Túnez
otorgará un papel relevante al uso de los recursos humanos, financieros y
tecnológicos en beneficio de los países emergentes.
Cumbre paralela
La designación de Túnez como lugar de celebración de la cumbre no ha gustado
demasiado a diversas ONG, que aseguran que el presidente tunecino Zin El Abidin
Ben Ali dirige un régimen “muy represivo” y, por esa razón, no debería
celebrarse allí un encuentro de estas características.
Estas ONG están intentando organizar una cumbre paralela a la de la ONU
denominada Cumbre Ciudadana sobre la Sociedad de la Información, pero se han
quejado de un boicot por parte de las autoridades tunecinas. Según el
Intercambio Internacional de la Libertad de Expresión (IFEX, sus siglas en
inglés), el régimen de Túnez "está poniendo en peligro las oportunidades de
éxito de esta cumbre con una política deliberada de violaciones de derechos
humanos masivas".
Por su parte, el Gobierno del país rechaza tajantemente que viole derechos
humanos o controle la información en los medios de comunicación, tanto
tradicionales como electrónicos. "El acceso universal y sin trabas a Internet
es un hecho en Túnez (...) La libertad de asociación y reunión está garantizada
por la Constitución y las leyes tunecinas", indicó en un comunicado enviado
a la agencia Reuters. |