La multinacional japonesa de electrónica de consumo y uno de los principales
fabricantes de móviles para el mercado local japonés cerrará sus plantas GSM y
se enfocara en exclusiva a desarrollar nuevos terminales basados en red de
próxima generación.
Este giro estratégico conducirá al cierre de dos plantas, una en Filipinas y
otra en los EEUU, a la vez que suprimirá la línea de fabricación de terminales
basados en esta tecnología en la planta que posee en la Republica Checa.
Asimismo, la planta que posee en China y que ahora fabrica terminales GSM será
reconvertida hacía móviles 3G como también el centro de desarrollo en el Reino
Unido.
Matsushita ha estado durante años intentando aumentar su presencia en el mercado
GSM sin que haya conseguido una sólida posición. Sus terminales eran
comercializados principalmente por las operadoras mientras sus ventas en el
canal detallista eran ínfimas lo que ha supuesto grandes perdidas para la firma
japonesa.
"Es un movimiento muy positivo para Matsushita y se ha demorado mucho",
dijo John Yang, analista de acciones de Standard & Poor's en Tokio. "Hubiera
preferido que hicieran eso y no que hubieran seguido usando sus fábricas,
produciendo teléfonos de 2,5 G y sangrando tinta roja".
La empresa con sede en Osaka dijo que espera invertir 10.000 millones de yenes
(más de 70 millones de euros) para la reestructuración, los que serán
registrados en los años fiscales 2005/06 y 2006/07, y anticipó beneficios por
reestructuración de 7.000 millones de yenes. En total, unos 1400 empleados
perderán sus puestos de trabajo.
El reimpulso a la división de teléfonos móviles es visto como una de las dos
iniciativas clave manejadas por Matsushita, que ha logrado una abrupta
recuperación de sus ganancias tras finalizar una gran reestructuración durante
el año pasado.
Definida su estrategia en el mercado de la telefonía móvil, la firma japonesa
iniciará otro movimiento para reorganizar JVC, su filial de productos
electrónicos de consumo.
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