Martin Scorsese, considerado como uno de los mejores
directores del cine actual, no consiguió ni un solo Oscar. De confirmarse los
pronósticos, el realizador de "Taxi Driver" (1976) volvería a ver a la
estatuilla dorada yendo a parar a las manos de alguno de sus colegas.
El veterano cineasta se perfila como uno de los grandes desheredados de la
Academia: si bien cuenta con cinco nominaciones como Mejor Director ("El
aviador" en 2005, "Toro Salvaje" en 1981, "La última tentación de Cristo" en
1989, "Buenos muchachos" en 1991 y "Pandillas de Nueva York" en 2003) y dos a
Mejor Guión Adaptado ("Buenos muchachos" y "La edad de la inocencia" en ), hasta
ahora se ha ido de la ceremonia sin ninguna estatuilla.
Su película, "The Aviator", acude este año con 11 nominaciones.
"Pandillas de Nueva York" (2002) recibió 10 candidaturas, pero ninguna
estatuilla.
Alfred Hitchcock, el maestro del suspense, jamás obtuvo un Oscar a
mejor director pese a haber rodado más de 60 películas. Fue nominado en la
categoría en cinco ocasiones, por "Rebeca" (1940), "Náufragos" (1944),
"Recuerda2 (1945), "La ventana indiscreta" (1954) y "Psicosis" (1960). Debió
conformarse con un Oscar honorífico.
A Woody Allen le han dado tres Oscars: por Annie Hall (1977) como
director y como guionista, y por Hannah y sus hermanas (1986) como guionista.
Aunque fue nominado en 20 ocasiones (11 de ellas para mejor guión adaptado).
Sólo una vez compitió por el Oscar a mejor actor, por su papel en Annie Hall:
Esa fue la única estatuilla que la película no se llevó entre los premios a los
que optaba.
Stanley Kubrick obtuvo 13 nominaciones: cuatro de ellas a mejor
director y otras cinco a mejor guión. El único Oscar que se llevó fue por los
efectos especiales de "2001: Una odisea del espacio" (1968).
Cary Grant fue nominado a mejor actor por "Serenata nostálgica"
(1941) y "Un corazón en peligro" (1944), pero no ganó en ninguna de las dos.
Años más tarde recibió un Oscar honorífico.
Orson Welles -director, guionista, actor y productor- jamás
recibió la cantidad de premios que su carrera merecía. Sólo obtuvo un Oscar por
el guión del "Ciudadano Kane" (1941), el único premio que se llevó esta
película, que acudía a la máxima ceremonia del cine con nueve nominaciones.
Treinta años más tarde, Welles obtuvo un Oscar honorífico.
James Stewart sólo recibió una estatuilla a mejor actor por su
papel en "Historias de Filadelfia" (1940), aunque estuvo nominado en otras
cuatro ocasiones. También obtuvo un Oscar honorífico.
El considerado "genio del cine" Charles Chaplin nunca recibió una
estatuilla por su trabajo como director o como actor. La Academia le concedió
dos premios honoríficos: uno por "El circo" (1928) y un segundo por su
contribución al cine del siglo XX.
"El color púrpura" (1985), de Steven Spielberg, es una de
las mayores perdedoras en la historia de los Oscar. La película no logró ninguna
de los 11 Oscar a los que aspiraba. Otra de las olvidadas es "Qué bello es
vivir" (1946), que con cinco nominaciones -entre ellas película, director y
actor- no recibió estatuillas.
Recompensar a un actor con un premio honorífico después de toda una
carrera de nominaciones, pero sin ningún Oscar es algo habitual en la Academia.
Como ejemplo está Greta Garbo, Kirk Douglas o Deborah Kerr.
|