Agencias - Desde su aparición en 2001, la radio por satélite pasó de ser un medio marginal a un fenómeno de masas. Así, las dos emisoras estadounidenses, XM y Sirius, van a la par con más de 15 millones de abonados este año, después de haber alcanzado los nueve millones en 2005 (seis de XM y tres de Sirius).

El principio de la radio por satélite es simple: una suscripción vía internet permite al usuario escuchar los programas cuando quiera, a través de un sintonizador o un equipo de audio que sea capaz de recibir las difusiones transmitidas por satélite y no por ondas hertzianas.

La base de esta modalidad es que el usuario tiene la libertad de no someterse a la publicidad en medio de un programa; en cambio, puede escuchar las emisiones que elija donde quiera y cuando quiera.

Actualmente, XM tiene 160 emisoras que tratan sobre deportes, música, actualidad y entretenimiento, mientras que Sirius dispone de 125. Ambas radios, que facturan a sus abonados 12,95 dólares al mes (unos 10,80 euros), rivalizan en imaginación para absorber cada día más audiencia. De este modo, Sirius incluyó recientemente en su programación al popular animador televisivo Howard Stern, y XM ofreció en directo un concierto de Bob Dylan.

La radio por satélite precisa de un equipo específico. Por ello, tanto XM como Sirius proponen en sus respectivos sitios de internet la compra previa de un sintonizador, un autorradio o un reproductor de radio digital antes de la suscripción, desarrollados por varias compañías y varias marcas de automóviles.

Así, el mercado de equipos para radio satelital debería alcanzar los 403 millones de dólares (unos 334 millones de euros) en 2006, tras los 300 (millones de euros) del año pasado, según cifras de la Asociación de Industriales de Electrónica.

En el salón anual de la electrónica que organiza dicha Asociación en Las Vegas (Estado de Nevada, oeste de EEUU), y que concluyó el domingo, ambas radios presentaron nuevos productos, todos orientados a ofrecer más autonomía al radioyente