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Angel Cortés - El "escándalo de Livedoor" podría suponer un gran
revés para las nuevas compañías emergentes que desarrollan su actividad en el
terreno tecnológico y que tras la explosión de la burbuja tecnológica son, de
nuevo, valores en alza en los mercados bursátiles. La llegada de Google al
Nasdaq supuso el fin de una etapa y el inicio de otra. Tras los numerosos
escándalos que rodearon el estallido de la burbuja tecnológica de nuevo los
inversores renovaban su confianza en una empresa punto.com. Desde entonces, el
valor de las acciones de Google no ha parado de aumentar y su capitalización
bursátil está muy por encima de otras compañías de larga trayectoria en el mundo
empresarial. Arropados por el efecto "Google" otras compañías punto.com viven
también sus mejores momentos y de nuevo la fiebre de compras y fusiones animan
un mercado al que muchos daban por muerto. Livedoor En todo este
panorama optimista el escándalo Livedoor es una patada a las partes bajas en
toda la regla. La firma japonesa fue considerado en su momento como un ejemplo
de dinamismo y de éxito de la "nueva economía". Sin embargo, existen
sospechas muy fehacientes de los números que presentaban a los inversionistas
estaban manipulados con el único objetivo de aumentar la capitalización de la
sociedad y seguir aumentando su cartera de sociedades en una carrera hacía
adelante constante y permanente. En unos pocos años la firma ha logrado
acumular un enorme portafolio de sociedades que abarcan desde el marketing al
software pasando por editoriales y portales de internet. Recientemente
protagonizó una fuerte batalla con Fuji Television Network, Inc. para
hacerse con el control de Nippon Broadcasting System (NBS) que culmino en un
acuerdo entre los dos contendientes tras mantener en vilo al mercado financiero
durante más de dos meses con ofertas y contraofertas. El presidente de Livedoor,
Takafumi Horie (32 años), justifico esta batalla al propugnar un nuevo modelo de
medios de comunicación basado en la fusión de la TV, internet y entretenimiento.
Amaños en toda regla Según el diario económico "Nihon Keizai", los
ejecutivos de Livedoor Marketing usaron el correo electrónico para planear un
falso anuncio de fecha de adquisición de una editorial, en una operación que
deparó fuertes beneficios y encareció sus títulos. Fuentes de la investigación
citadas por la prensa local informaron de que el 25 de octubre de 2004
ValueClick hizo un anuncio ficticio de que convertiría en su filial la editorial
financiera MoneyLife, que ya estaba bajo control de Livedoor. Correos
elecrtrónicos entre directivos de Livedoor y su filial Livedoor Marketing,
muestran (según los investigadores) que el anuncio falso fue deliberado y que
tuvo como unico objetivo aumentar el valor de otra filial, ValueClick,
empresa que, por otra parte, falsificó sus resultados de facturación y
beneficios antes de impuestos en los tres primeros trimestres de ese mismo año.
Livedoor fue fundada en abril de 1996 por Horie y figura en el mercado
secundario Mothers de la bolsa de Tokio para grandes empresas desde abril de
2000. Según datos de la propia empresa cuenta con 44 filiales, 2.456
empleados y antes del escandalo financiero su capitalización rondaba los 5.833
millones de dólares.
En España, la firma esta presente desde el año 2000 primero bajo el nombre de
"Cyberclick" adoptando en febrero del 2005 el nombre de livedoor. En
América latina es propietaria de la red de portales "clickdiario.com"
Crisis en la bolsa El alud de informaciones sobre las practicas,
presuntamente, "ilicitas" y "engañosas" de la compañía llevaron a los inversores
a desprenderse masivamente de los títulos en su poder. La avalancha de ventas
obligó a la Bolsa de Tokio a suspender la cotización de la empresa en un primer
momento aunque por la tarde levanto esta medida lo que provoco una saturación
del sistema que obligó a las autoridades de la Bolsa a cerrar anticipadamente la
sesión que se desarrollo en un caos total. |