La trayectoria de Walt Disney podría dar un giro si se confirma la entrada
como principal accionista del "mago" empresarial Steve Jobs, el creador de Apple
y Pixar y en quien la primera confía para recuperar su esplendoroso pasado.
No en vano, el diario "The New York Times" asegura hoy que Jobs -el hombre al
que se atribuye el éxito de haber colocado el iPod en los bolsillos de más de 40
millones de personas- se convertirá en el nuevo 'Walter Walt Disney' del siglo
XXI.
Para ello, tendría que fructificar el intento de la factoría Walt Disney de
adquirir el estudio Pixar, fundado y presidido por Jobs y actualmente el líder
indiscutible del cine animado, con éxitos a sus espaldas como "Toy Story" o "Los
Increíbles".
El diario financiero "The Wall Street Journal", que ayer desveló la noticia,
asegura hoy que las negociaciones proseguirán durante todo el fin de semana, y
que el acuerdo podría anunciarse a principios de la próxima semana.
La trascendencia de estas negociaciones no ha escapado a los analistas, que son
conscientes de la necesidad de Disney de dar un giro copernicano a su
trayectoria si quiere volver a contar con la hegemonía del mercado que una vez
controló.
Para ello, qué mejor que contar con el apoyo del hombre que reinventó Apple y
puso en marcha el estudio de animación más innovador del momento.
De prosperar el acuerdo, Disney adquiriría el estudio Pixar por al menos 6.800
millones de dólares, en una operación que convertirá a Jobs en el mayor
accionista de Disney, además de ocupar, posiblemente, uno de los principales
cargos directivos.
Le supondrá, además, unos ingresos millonarios, pues se calcula que recibirá por
su 50,6 por ciento en Pixar un total de 3.400 millones de dólares en acciones de
Disney.
Pero más allá de eso, algunos analistas opinan que la fusión dará la oportunidad
a Jobs de liderar un cambio revolucionario y necesario en el seno de Disney, la
convergencia entre los nuevos medios tecnológicos y los tradicionales.
También le supondrá importantes riesgos, según el "Times", pues la operación le
obligará a ligar su fortuna a una compañía de medios tradicionales, un sector en
el que muchas compañías tienen dificultades.
Otro de los retos es poder conjugar las culturas bien diferentes de las dos
empresas, y según los expertos, la operación solo será un éxito si Pixar
consigue imponer sus métodos de trabajo.
Lo que es evidente es que Disney necesita algo más que una "operación de
maquillaje" para restaurar la gloria que disfrutó en el pasado, según apunta hoy
"The Wall Street Journal".
Desde hace más de una década, Disney ha tratado de entrar sin éxito en el
complicado mundo de la animación digital, y el último de sus intentos, también
frustrado, fue el film del 2002: "El Planeta del Tesoro".
Pixar, por el contrario, ha ido enlazando un éxito con otro, desde "Toy Story"
en el año 1995 hasta "Los Increíbles", del 2004, pasado por otros éxitos de
taquilla como "Mostruos S.A." (2001) y sobre todo "Buscando a Nemo", que marcó
un récord en ingresos en taquilla con 864.6 millones de dólares.
La principal incógnita para los analistas es qué ocurrirá con Apple si Jobs
asume el reto de reconducir Disney, dado que para todos es evidente que la
compañía de ordenadores es su creación más preciada.
De hecho, muchos opinan que el empresario tiene ya planes elaborados para que
Apple repita el éxito que ha registrado con el reproductor musical iPod pero en
dos mercados bien distintos: la televisión por Internet y la telefonía celular.
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