El anuncio llega tras dos semanas de rumores sobre esta operación y que
pone fin al divorcio que provocó el anterior presidente ejecutivo de Disney con
Pixar en el 2004. Fue entonces cuando Pixar anunció que pondría fin al acuerdo
que ambas compañías mantenían debido a las diferencias en el sistema de
distribución de ingresos.
Pixar, una joven empresa de animación, nació de la mano de Steve Jobs (el
fundador y presidente de Apple) con muchos proyectos en el bolsillo y una
inversión inicial de 10 millones de dólares. Su primer éxito fue la compra del
estudio gráfico por ordenador de LucasFilms por esta cantidad de dinero. Poco
tiempo antes, Dreamworks había revolucionado la animación tradicional
incorporando los sistemas informáticos asombrando a los espectadores y causando
una honda preocupación en Disney. Pixar apostaba también por la animación
digital y se postulaba como un socio ideal para frenar el avance de la
productora de Spielberg, o al menos así lo pensaron, acertadamente, los
directivos de Disney. En 1991 se firmaba uno de los más lucrativos acuerdos de
colaboración de la industria de Hollywood. Pixar se comprometía a realizar cinco
cintas que serian distribuidas bajo la marca de Disney. Las cuatro primeras
fueron grandes éxitos de taquillo (“Toy story”,
“Bichos”, “Toy story 2” y “Monster Inc.”) y mientras se preparaba la quinta
(“Buscando a Nemo” ), Disney decidió acogerse a una cláusula del contrato para
ampliarlo a dos películas más: “Los increíbles” y “Cars”. A principios
del 2004,
Steve Jobs planteó una revisión de las cláusulas económicas como condición para
prolongar el matrimonio entre ambas empresas. El acuerdo inicial distribuía las
ganancias del filme al 50% entre ambas compañías y además, Disney se embolsaba
un porcentaje del 12,5% en concepto de comisión por honorarios de distribución.
Jobs propuso que Disney renunciará a la participación sobre los ingresos y que
se limitará
la recibir exclusivamente los honorarios por distribución. Estas
condiciones parecieron demasiado exigentes a la histórica productora y llevaron
a esta a negarse en redondo a aceptarlas provocando el fin del matrimonio.
Según la revista británica The
Economist, entre el 40% y el 50% de los ingresos obtenidos por los estudios
Disney en los últimos años provenían de su alianza con Pixar sumando más
de 3.200 millones de dólares. La ruptura provoco la destitución de Michael
Eisner como presidente de Disney y la llegada de un nuevo ejecutivo, Robert Iger,
quien se marcó como primer objetivo recomponer las relaciones y relanzar a la
histórica compañía como líder del ocio y entretenimiento cinematográfico
familiar. |