La opinión general es que el impacto económico del asunto Livedoor, con la
detención de su presidente, el mediático Takafumi Horie, de 33 años, debería ser
limitado porque no afecta a los fundamentos del crecimiento japonés. Sin
embargo, otros opinan que el caso de Livedoor no es aislado y que otras empresas
podrían haber seguido practicas similares. "Conforme aumente la investigación, las inquietudes sobre la potencial
existencia de otros asuntos Livedoor en la industria de la Red va a aumentar",
predice Toshihiko Matsuno, analista de SMBC Friend Securities. El experto
asegura que este escandalo ha levantado un muro de desconfianza hacía empresas
que desarrollan su actividad online, como portales de internet y servicios
financieros, entre otros. De la vestimenta informal a los trajes con
corbata
El grupo de servicios de internet Livedoor, que ascendió gracias a compras muy
oportunas, tuvo que empezar a rendir cuentas ante la justicia el pasado 16 de
enero, y Horie y tres de sus colaboradores fueron detenidos una semana más
tarde.
Livedoor, que además de su portal de internet reagrupa empresas de corretaje en
línea, software, marketing y portales en distintos países esta siendo
investigada bajo la acusación de manipular sus cuentas a fin de aumentar el
valor de la empresa y enriquecerse indebidamente. Livedoor es una de las
muchas compañías tecnologías que adoptaron el barrio cosmopolita de Roppongi, en
el corazón de Tokio, como símbolo de su prosperidad. Junto a la empresa
investigada se encuentran otras con solidos negocios y prosperas alianzas, como
el caso de Softbank (aliado con Yahoo! y propietario de un buen número de
portales y negocios online) o Rakuten. Estas crecieron en la primera
hornada de punto.com de los 90 y sobrevivieron al estallido de la burbuja en el
2001.
La crisis de Livedoor afecto negativamente a estas empresas que cotizan en el
mercado "Mothers" y que suelen recibir el apoyo de inversores particulares.
Hoy, estos temen que los fraudes en estos 'mecanos' financieros sean una
práctica extendida y en la última semana, el mercado ha caído en un 30% al
cambiar estos inversionistas el destino de su dinero.
"Los inversores, sobre todo los particulares, van a mostrarse mucho más
prudentes frente a estas empresas", considera un analista de Daiwa Securities,
Mitsuru Yoshikawa.
Como signo del cambio, los nuevos dirigentes de Livedoor han vestido con el
tradicional traje de chaqueta, abandonando las camisetas y las camisas hawaianas
emblemáticas del tiempo dorado de Horie.
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