El Hotel Puerta América es un proyecto único en el mundo, ya que ha logrado
reunir, por primera vez en la historia, a diecinueve de los mejores estudios de
arquitectura y diseño del mundo para crear un espacio que es una fuente de
inspiración a los sentidos de los visitantes.
Con una inversión de unos 75 millones de euros, el establecimiento se encuentra
ubicado en el número 41 de la madrileña Avenida de América, en un lugar
estratégico, cerca de la zona comercial y de negocios, con una excelente
comunicación con las principales arterias de la capital.
Un proyecto que se baso en la libertad de los diseñadores
El director del grupo hotelero, Pablo Couto, explica que este hotel supone para
el huesped una nueva experiencia al rodearse de la inspiración de los mejores
diseñadores del mundo.
Cada una de las 342 habitaciones, 30 por planta, de este hotel de cinco
estrellas gran lujo, invitan al cliente a disfrutar de un gran número de formas
y materiales 'diferentes'. Cada planta se ha encargado a un arquitecto o
diseñador que trabajaron con total libertad para exponer su propia visión y
estilo.
Jean Nouvel, fue el encargado de diseñar la fachada y la planta
duodécima, una mezcla de arte y arquitectura para "vivir momentos
excepcionales".
Zaha Hadid, último Premio Pritzker, diseño el primer piso. Lo más singular: la
fluidez de los espacios, basados en el desarrollo de nuevas técnicas digitales.
La segunda planta corrió a cargo de Norman Foster, que ha buscado crear un
entorno sereno que aísle al huésped del bullicio exterior de una gran ciudad.
David Chipperfield proyecto la tercera. Su idea combina revestimientos hechos a
mano, paneles tapizados, mármol blanco...
Plasma Studio, formado por Eva Castro y Hoger Kehne, diseñaron el cuarto piso.
Su intención fue la de "cambiar el estereotipo del hotel como un espacio anodino
experimentando con el desarrollo de la superficie".
Los sevillanos Vitorio & Lucchino vistieron la quinta planta, transformándola en
un espacio acogedor al que han trasladado sus valores en la moda.
La sexta y el bar fueron obra de Mark Newson, que apuesta por un entorno muy
moderno y relajante para sus espacios, combinado materiales fríos y cálidos, con
el fin de que el cliente "se sienta cómodo desde el primer momento".
La séptima es de Ron Arad, que organiza el espacio de una manera muy sugerente e
imaginativa, acorde con su modo de ver el diseño. Su interpretación es
arriesgada, pero traza algunas líneas sobre cómo debe ser el hotel del futuro.
Kathryn Findlay proyecto el octavo piso. Su intención es la de recrear un lugar
de meditación donde el huésped pueda soñar y donde se sienta flotando en las
nubes y perciba el olor de la brisa. En esta planta, Jason Bruges creo, en
colaboración con Findlay, unas instalaciones de luz interactivas para el lobby y
los pasillos que reaccionan al paso del huésped.
En la novena, Richard Gluckman supo sacar el máximo partido de una variedad muy
amplia de materiales, usándolos de un modo realmente inesperado.
Arata Isozaki ofrece al huésped un espacio de corte minimalista en la planta
décima. Un proyecto sutil y relajante con influencias de la cultura japonesa.
La undécima fue un proyecto de Javier Mariscal y Fernando Salas. Ambos proponen,
sobre todo a través de un completo proyecto gráfico, un espacio acogedor, con el
que provocar distintas sensaciones.
El hall de hotel y los salones fueron obra de John Pawson, que explico, buscaba
"un espacio donde encontrar tranquilidad en el corazón del hotel".
Christan Liaigre fue el encargado de diseñar el restaurante, donde se combinan
distintos aspectos de la cultura española, en concreto de regiones como Galicia,
Cataluña y Andalucía.
Teresa Sapey dio forma al garaje, que cuenta con 644 plazas. Un juego de color y
grafismo que "apela a la parte emocional de individuo, pero donde la
funcionalidad es la base".
El paisajismo y los espacios exteriores, como el jardín y parque adyacentes al
hotel, son obra de Harriet Bourne y Jonathan Bell. En su opinión, "la
integración entre vegetación y edificios es fundamental".
Isometrix Ligthting and Design, encargado de la iluminación, trato de crear
esquemas adaptados a los proyectos de cada uno de los arquitectos. ado con
anterioridad en numerosos hoteles.
En el Hotel Puerta América el huésped descubre lo mejor del diseño y la
arquitectura de vanguardia casi sin darse cuenta. La luz, las imágenes, las
texturas, los materiales utilizados, todo se une para sugerir al cliente un
torrente de emociones distintas. La sensación de dormir en una cama redonda, el
tacto del mobiliario, la sorpresa de una pared retroiluminada, una gigantesca
pantalla de televisión que se desenrolla del techo o la fuerza expresiva de las
imágenes serigrafiadas sobre una pared. Y así una lista interminable de
sorpresas que descubrir en cada una de las plantas. Todo se ha cuidado con el
máximo rigor para despertar los sentidos de quién venga a alojarse en un hotel
único en el mundo.
El hotel cuenta con 12 plantas, 308 habitaciones, 12 suites y 22 junior suites.
También puedes disfrutar del restaurante con una cocina de alta calidad y del
divertido bar de copas diseñado por Marc Newson.
Por último, el hotel ofrece servicios de SPA, gimnasio y piscina para relajarte
y ponerte en forma.
El Hotel Puerta América se encuentra situado en Avenida de América 41,
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