La Asociación de Usuarios de Internet solicita una normativa
específica para proveedores que simplifique el cambio de proveedor y evite el
secuestro de líneas, las altas falsificadas y la mala calidad del ADSL.
Esta situación que afecta a miles de personas puede solucionarse aplicando una
normativa análoga a la que se emplea en el caso del cambio de hipoteca y que se
puede simplificar en los siguientes pasos:
- Que para cambiar de proveedor sólo sea necesario dirigirse al nuevo, siendo
éste quien gestione los trámites.
- Que el cambio se complete con un contrato suscrito por ambas partes.
- Que exista un marco regulatorio que permita y obligue a las partes implicadas
y que se establezcan los canales y procedimientos para estos fines.
La Asociación de usuarios de Internet manifiesta que con una regulación
apropiada se evitarían el 87% de las denuncias. Además, de esta forma se
establecen una serie de garantías para el usuario, evitando los abusos de las
compañías que dan el alta sin permiso de los usuarios (slamming) y los
obstáculos que pone el proveedor que pierde al cliente, ya que los trámites los
realizaría el nuevo.
Asimismo, la Asociación insta a los usuarios a comprobar la calidad del
servicio ofrecido, ADSL, testándolo en un test de velocidad ajeno al que ofrece
el proveedor contratado.
Una reivindicación que viene de lejos
Esta misma petición se realizó el 31 de mayo de 2004 en una carta (http://www.aui.es/asociacion/docu_oficiales/propu_aui_310504.pdf)
que la Asociación dirigió al Secretario de Estado de Telecomunicaciones y para
la Sociedad de la Información, Francisco Ros Perán, donde se exponía esta
problemática. En esta carta la AUI solicitaba que se tomaran las medidas
necesarias para que el usuario no tuviera que abonar una cuota superior a la
establecida en el contrato por el hecho de rescindirlo, cambiar de domicilio o
de proveedor.
Asimismo, se instó a establecer los elementos regulatorios precisos para que
cualquier usuario pudiera cambiar de proveedor de acceso a Internet en el
momento que él lo decida sin que esto afecte al servicio contratado en el caso
de que dicho servicio sea de las mismas características al que tenía
anteriormente y que para ello solo tenga que dirigirse a su nuevo proveedor de
manera fehaciente.
Esta problemática limita la competencia ya que el cambio de Proveedor lleva
asociado un coste elevado para el usuario y para el proveedor minorista. Si el
usuario pudiera cambiar de proveedor cuando deseara existiría una competencia
real y una mejora sustancial en la calidad del servicio.
|