Agencias - El Gobierno brasileño confirmó esta semana su interés para el proyecto 'Un portátil por niño', que pretende combatir la exclusión digital distribyendo gratuitamente a los escolares ordenadores baratos, en una reunión en Brasilia con Nicholas Negroponte, fundador del prestigioso MediaLab de Massachussets Institute of Technology (MIT).

Brasil reservará parte de su presupuesto para 2007 en créditos para comprar un millón de ordenadores portátiles a 100 dólares para que sean distribuidos en las escuelas brasileñas el año que viene, informó a AFP Cezar Alvarez, consejero especial del presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva.

La distribución de las máquinas a los niños podrá hacerse mediante contratos con los ayuntamientos, según Alvarez.

"Es prioritariamente un proyecto educativo y luego industrial", subrayó Cezar Alvarez, que espera que las condiciones para producir los ordenadores en Brasil se reúnan algún día, ya que por el momento se producirán en Taiwán.

El proyecto consiste en producir en serie micro-ordenadores portátiles robustos, que utilicen programas libres, funcionen en red comunitaria y tengan una conexión sin hilos a internet, que serían distribuidos gratuitamente a los niños.

Un prototipo provisto de una manivela para recargar las baterías cuando no haya otra fuente de energía se presentó en la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información en noviembre pasado en Túnez.

El proyecto fue propuesto en junio al presidente Lula por Nicholas Negroponte, que se esfuerza para convencer a otros seis países (China, India, Egipto, Argentina, Nigeria y Tailandia) para que pasen peticiones masivas que aseguren que comience la producción.

El éxito de 'Un ordenador portátil por niño' reposará entonces en la elaboración en cada país de contenidos pedagógicos que permitan hacer de este instrumento un "libro electrónico" en red para ayudar a los escolares a aprender.

Orgulloso de favorecer "la inclusión digital", el Gobierno brasileño adoptó a finales de 2005 una serie de medidas para favorecer la compra de micro-ordenadores a un precio máximo de 1.400 reales (unos 650 dólares) gracias a incitaciones fiscales y financiaciones adecuadas.