El sistema de UltraCell funciona con metanol. Gracias a un dispositivo
interno llamado "reformer” (o convertidor), éste se transforma en hidrógeno, la
sustancia utilizada por la batería para generar energía eléctrica. Cuando el
metanol se acaba, los usuarios sólo deben agregar un nuevo cartucho con
combustible. Estos cartuchos tendrán un valor aproximado de 4 dólares en el
mercado.
De acuerdo con news.com, aunque Intel ya está trabajando con tecnologías
alternativas para la alimentación de laptops, aún no planea hacer desarrollos
propios relacionados con celdas de combustible. Según la compañía, aún quedan
demasiados temas por resolver, como problemas de distribución y limitaciones
legales. La empresa estima que estas cuestiones recién estarán aclaradas para la
próxima década.
Uno de los principales impedimentos para la popularización de la nueva
tecnología estaría relacionado con las medidas de seguridad en aeropuertos y
líneas aéreas.
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