Hoy es el último día para la gran mayoría de los empleados de Xfera ante la
imposibilidad por parte de la empresa de entrar en funcionamiento.
El operador, respaldado por grandes firmas como ACS, Telia Sonera, FCC,
Abertis, March y Abengoa, nunca ha pasado de ser una empresa virtual. En sus
primeros meses de actividad desplegó una enorme campaña de marketing y
comunicación anunciando su entrada en el mercado. Pasaron los meses y el
operador paralizó sus planes despidiendo a los empleados de las áreas
comerciales, marketing, internet, etc.
Las presiones del organismo regulador y del Gobierno, amenazándoles de una
retirada de la licencia, llevó a Xfera a renovar sus compromisos y a "desplegar"
redes. La operadora se comprometía a entrar en funcionamiento a principios del
2006 aunque luego lo retraso, de nuevo, hasta este verano.
La verdad es que Xfera estaba negociando la venta con dos de las grandes del
sector, France Telecom, América Móvil y Hutchinson, precisando dotar a la
compañía de una mínima estructura, tanto en red como en personal, que hiciera
atractiva la compra.
France Telecom, que llego a tener virtualmente un porcentaje de Xfera aunque
no fue reconocida por los otros socios, prefirió comprar Amena. Slim,
propietario de América Móvil, dejo claro que las peticiones de los accionistas
hacían inviable la compra de una empresa cargada de deudas y sin clientes.
Hutchinson, la última gran apuesta, mantenía su interés pero seguía dudando de
la rentabilidad de la operación.
Finalmente, Hutchinson decidió que era mucho más rentable empezar de cero que
comprar una empresa en crisis apostando por una decisión que tarde o temprano
deberá tomar el Gobierno, retirar la licencia y abrir un nuevo concurso.
En estas condiciones, Xfera ha entrado en un proceso total de hibernación.
Sin empleados, sin actividad, esperando que llegue la temida decisión y poder
sacar algo de dinero vendiendo al futuro operador alguna de las instalaciones o
redes que ha desplegado.
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