El pasado miércoles se anunció la creación de una coalición de asociaciones
que representan los sectores de tecnologías de la información y de las
telecomunicaciones, de la electrónica de consumo y de los medios digitales. Esta
asociación tiene como objetivo realizar presión para lograr la reforma urgente
de los impuestos sobre los derechos de autor en Europa. La Alianza para la
Reforma de Impuestos sobre los Derechos de Autor (Copyright Levies Reform
Alliance, CLRA) desea mejorar la imparcialidad y la transparencia en la
recaudación de impuestos sobre los derechos de autor en productos y dispositivos
tanto de consumo como los de tipo profesional en la Unión Europea, además de
ofrecer un tratamiento justo a los consumidores y un sistema compensatorio justo
para los creadores de contenido.
La CLRA presentó un estudio sobre el impacto económico que detalla el alcance de
la recaudación de impuestos en nueve países europeos . El estudio muestra que
los impuestos van a aumentar desde los 1.570 millones de euros en el año 2006
hasta los 2.120 millones de euros en el año 2009. Por otra parte, Forrester
Research indicó que las descargas de contenido a través de la Red van a
representar el 36% de todo el mercado musical hacia el año 2011. La Directiva
sobre los Derechos de Autor en Europa (European Copyright Directive) indica que,
a medida que aumente la protección para copias digitales, también debería
aumentar el nivel de ingresos relacionados con los derechos de autor – aunque el
informe de la CLRA estima que este no es el caso.
“Los impuestos sobre los derechos de autor en productos digitales son una
forma pasada de moda de imposición fiscal que penaliza a consumidores, artistas
y a los sectores en general,” afirma Mark MacGann, portavoz de la CLRA y
Director General del grupo del sector de la tecnología digital en Europa EICTA.
“Los legisladores europeos tienen la obligación de ofrecer auténticos
beneficios mediante la incorporación de eficiencia y transparencia en la
recaudación de impuestos, retirando paulatinamente el sistema de recaudación de
impuestos actual.”
El estudio también muestra que los impuestos se han triplicado (o incluso más)
en Europa desde el año 2001, cuando la recaudación de impuestos en los nueve
países alcanzó los 545 millones de euros, para alcanzar los 1.570 millones de
euros en el año 2006. Los datos también indican que Alemania obtuvo la mayor
recaudación de impuestos, con 353 millones de euros en el año 2006, una cantidad
que se estima puede verse incrementada hasta los 454 millones de euros en el año
2009.
Los impuestos sobre los derechos de autor se introdujeron en la mayoría de los
países europeos antes de la puesta en marcha de la tecnología para protección
anticopia, como medio para compensar a los propietarios de derechos de autor por
la copia privada legítima. En particular, el Reino Unido, Irlanda, Luxemburgo,
Chipre y Malta no tienen en estos momentos un régimen fiscal para recaudar
impuestos sobre los derechos de autor en equipos digitales.
En los dispositivos digitales, se aplica a los consumidores un impuesto en el
precio de compra de equipos como grabadores de CDs y reproductores de MP3 y
medios de grabación como, por ejemplo, discos compactos vírgenes, lo que crea un
escenario de pagos múltiples en donde los consumidores pagan por el permiso para
copiar cuando se descargan el contenido y, de nuevo, se les aplica un cargo –
una o más veces – cuando adquieren dispositivos para la reproducción de dichos
contenidos.
Los impuestos también se aplican en escáneres e impresoras, así como en otros
dispositivos reprográficos a niveles desproporcionados con respecto al coste del
equipo. Los consumidores alemanes, por ejemplo, pagan una cantidad extra de 147
euros en una instalación de una oficina doméstica media, con unas cargas
fiscales que se aplican a impresoras, escáneres, ordenadores y unidades de DVD.
“Los impuestos sobre los derechos de autor son, básicamente, una carga fiscal
injusta, indiscriminada y no transparente para los consumidores, y funcionan de
forma contraria a los esfuerzos que realiza la Unión Europea para mejorar la
accesibilidad a la Sociedad de la Información,” ha comentado MacGann. “Si
hacemos más asequibles los dispositivos digitales, podremos potenciar más el
despegue de la tecnología en Europa, además de dejar libres unos recursos
valiosos para su reinversión en innovación y en la mejora de la competitividad
en Europa.”
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