Agencias - Según han explicado a Efe fuentes del sector de
telecomunicaciones, Jordi Bosch comunicó ayer su inminente marcha, ante la
negativa de Balcells a nombrarle secretario de la Sociedad de la Información y
Telecomunicaciones, una solución que todo el sector daba por hecha el pasado
lunes.
Hoy no ha sido posible hablar con Bosch y portavoces del Centro de
Telecomunicaciones han declinado hacer declaraciones, si bien portavoces del
Dursi se han limitado a confirmar que Jordi Bosch dejará su cargo y se
incorporará como número dos a Gobernación, como secretario general del
departamento que encabeza Xavier Vendrell.
Balcells pretendía, en principio, nombrar un secretario de la Sociedad de la
Información de su confianza, con lo que la salida de Oriol Ferran se iba a
oficializar en el consejo ejecutivo del próximo martes.
Sin embargo, ahora el reto es también buscar antes del martes un director para
el Centro de Telecomunicaciones, un organismo que tutela el proyecto estrella de
la Generalitat, la creación de un operador neutro de telecomunicaciones con una
red de fibra propia para ofrecer banda ancha en aquellos lugares en donde
Telefónica no ofrece este servicio, un plan que supone una inversión de 200
millones de euros.
Fuentes del sector de telecomunicaciones han explicado que tras la remodelación
de la Generalitat llevada a cabo por Pasqual Maragall, Xavier Vendrell había
ofrecido a Jordi Bosch el cargo de secretario general de Gobernación, pero que
éste lo había rechazado, dando por hecho que con la salida de Oriol Ferran
podría asumir el papel de hombre fuerte de las telecomunicaciones de la
Generalitat, algo que de hecho ya estaba haciendo de facto, pues era el
interlocutor de la administración catalana con las empresas del sector.
Cuando Bosch vio que lo único que le ofrecía el nuevo conseller del Dursi era
seguir al frente del Centro de Telecomunicaciones con un perfil más bien
técnico, decidió aceptar la oferta de Gobernación y dejar la consejería de
Balcells.
La crisis también ha cogido por sorpresa a Pasqual Maragall, quien no en vano
intentó en la anterior remodelación fallida colocar a su hermano Ernest al
frente del Dursi, precisamente para asegurarse el control de las
telecomunicaciones, un sector que desde Presidencia se considera estratégico.
El actual vacío de poder en este área clave podría facilitar que Balcells, que
fue propuesto por Maragall para el cargo, pueda nombrar a un nuevo secretario de
la Sociedad de la Información con un perfil más político, cercano al PSC y que
controlase el Centro de Telecomunicaciones, algo que chocaría con la política
que hasta ahora ERC ha desarrollado en el tripartito, según las fuentes
consultadas.
La marcha de Bosch ha molestado entre las empresas del sector, que ahora se
encuentran con las perspectiva de tener un nuevo interlocutor, después de que el
actual director del Centro de Telecomunicaciones se hubiese ganado la confianza
de la mayoría de las empresas, tanto de las operadoras como de los grupos de
informática.
También ha sorprendido en el sector que Jordi Bosch deje ahora el proyecto del
operador neutro, del que había sido principal impulsor, cuando Jordi Valls, uno
de lo más acérrimos defensores del operador público, se incorpora a la
Generalitat en calidad de conseller de Industria.
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