Agencias - Varios operadores europeos de telefonía móvil dejaron hoy
clara su oposición a la intención de la Comisión Europea de regular el sector de
las llamadas internacionales, el denominado 'roaming' o itinerancia, para
reducir unas tarifas que Bruselas considera desproporcionada con respecto a los
precios de otros servicios telefónicos.
La necesidad de regular y la confianza en la autorregulación del mercado fueron
las dos posturas que expusieron los participantes este jueves en el seminario
que organizó la comisión de Industria del Parlamento Europeo con el título 'Itinerancia
internacional. Sus implicaciones económicas'.
La base de la discusión es la intención que anunció la Comisión Europea el
pasado 28 de marzo de presentar una propuesta de reglamento para reducir las
tarifas por el uso del móvil en el extranjero, al considerar que éstas son
injustificadamente elevadas.
Según explicó entonces la comisaria de Sociedad de la Información, Viviane
Reding, el reglamento no busca fijar un 'precio ideal' para esto servicios, pero
exigiría que sus tarifas no sean superiores a las que pagan las compañías
telefónicas por usar la red de otro operador dentro de un mismo país, lo que se
conoce como el precio de país de origen ('home pricing principle'). Por otra
parte, Bruselas pretende que los usuarios no tengan ningún costo por recibir
llamadas desde su país de origen cuando se encuentren en un segundo país, al
contrario de lo que ocurre ahora.
Frente a estos planes, representantes de distintos operadores de la UE acusaron
a la Comisión de publicar precios del 'roaming' más elevados que lo que son en
la realidad, aseguraron que los precios de este servicio ya están disminuyendo y
apostaron por la autorregulación en aras de la competitividad de la industria.
Pese a ello, todos admitieron que las tarifas de la itinerancia internacional
son bastante elevadas y que esto provoca una desconfianza del cliente que se
mostraron dispuestos a superar mediante las reglas del mercado y sin
intervenciones de otro tipo.
A FAVOR DE LA AUTORREGULACIÓN
El vicepresidente de Telia Sonera -operador presente en los países escandinavos
y también en Turquía y Rusia-, Gunnar Forsgren, consideró que 'el mercado es el
único que puede actuar y reaccionar eficazmente' al hecho de que 'la industria
no ha sido suficientemente sensible con algunas señales de los consumidores' con
respecto a las elevadas tarifas del roaming.
Pidió 'una oportunidad' a la Eurocámara y a la CE para 'encontrar una solución',
que deberá darse, opinó, dentro del régimen de autorregulación actual y rechazó
el principio de precio de país de origen que quiere instaurar la Comisión porque
'podría aumentar el precio de llamada' nacional en algunos Estados miembros.
Consideró que entonces los operadores tendrían que solucionar de algún modo las
pérdidas que les ocasionaría reducir los actuales precios del 'roaming'.
El representante de T-Mobil -que agrupa a operadores de Europa y Estados
Unidos-, Wolfgang Kopf, aseguró que los precios del 'roaming' que publicó la
Comisión en una página web sobre este ámbito son más elevados que los reales y
argumentó que, además, las tarifas por este servicio en Europa son claramente
menores que en otras partes del mundo.
En opinión de Kopf, una reglamentación a nivel comunitario tendría como
consecuencia 'la destrucción del valor' de este servicio, 'la pérdida de la
confianza de los inversores' y el descenso de las mismas en este sector, que los
operadores necesitarían 'reequilibrar las pérdidas con las ganancias' con el
aumento de las tarifas nacionales y 'pondría en riesgo la competitividad de la
industria móvil europea'.
Por su parte, el directivo de la británica Vodafone Richard Feasy consideró que
la propuesta de la Comisión persigue un objetivo 'erróneo' por dos premisas: los
clientes están más interesados en que las tarifas de llamadas nacionales sean
más bajas y no se preocupan tanto por los precios del 'roaming' y que, en
cualquier caso, la reclamación de precios bajos se da en todos los productos en
todos los sectores, por lo que las medidas no deberían concentrarse en los
servicios de itinerancia internacional.
Feasy indicó que 'hay que quitar regulación en lugar de ampliarla', constató que
los clientes de Vodafone cada vez reciben más beneficios de sus distintos tipos
de descuentos y consideró que la propuesta de Bruselas para que el precio de la
itinerancia internacional no sobrepase el de las llamadas internaciones en el
lugar de origen supondrían unificar los precios, de manera que los consumidores
de algunos países tendrían que pagar hasta dos euros más.
Por lo que respecta a la idea de que el cliente no tenga que pagar por recibir
una llamada en el extranjero, Feasy manifestó que esto 'no lo hace nadie' en el
sector y aseguró que 'los operadores pueden hacerlo mejor frente a las
necesidades de sus clientes que la Comisión Europea'.
CON BRUSELAS
Las posturas que defendieron los operadores se diferenciaron de las planteadas
no sólo por la Comisión, sino también por los representantes de los reguladores
y los consumidores europeos, que también intervinieron en el debate.
Las instituciones reguladoras de la UE estuvo representada por el presidente de
la Autoridad de Reglamentación de las Telecomunicaciones en Francia, Paul
Champsaur, consideró que la regulación debería ser 'sólo como último recurso',
pero que no estaría mal fijar 'un precio uniforme', una solución 'sencilla y
eficaz'.
Asimismo, propuso la creación de un 'indicador de seguimiento de los márgenes'
e, incluso, con la introducción de 'una amenaza de regulación' a los operadores
por parte de la Comisión, que podría también establecer 'un tope a los precios
de recepción de llamada' en el extranjero.
Por su parte, la representante de los consumidores europeos, Erika Jakab, fue
más contundente y señaló que las tarifas 'son abusivas y muy similares entre los
distintos operadores' y denunció que éstos niegan al consumidor sus derechos a
tener información, a tener compensaciones y a elegir entre distintos operadores.
Se mostró 'a favor de una acción reglamentaria contundente' por parte de
Bruselas y de que las tarifas estén 'más o menos en sintonía de las nacionales',
que no se cobren las llamadas recibidas y que la llamada desde un segundo país
se cobre con tarifa de llamada internacional.
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