Agencias - Nueve de cada diez españoles tienen un móvil en el bolsillo', se
decía nada más comenzar 2005, cuando la penetración de la telefonía móvil superó
el hito del 90%. ¿Y ahora? ¿Cuál es la situación? Pues que los bolsillos deben
hacerse más grandes, ya que las cifras dicen que hay más de un celular por cada
ciudadano.
La barrera del 100% de la población se traspasó el pasado 31 de marzo, pero sólo
se ha conocido ahora cuando las tres operadoras españolas han hecho públicos los
datos de clientes a cierre del primer trimestre. Telefónica Móviles tiene 20,3
millones de usuarios, Vodafone, 13,5 millones, y Amena, 10,5 millones.
En total, hay 44,3 millones de líneas celulares declaradas en España, mientras
que el último censo publicado por el Instituto Nacional de Estadística -el
referido a enero de 2005- cifra en 44,1 millones el número de habitantes.
El resultado es que hay unos 200.000 móviles más que ciudadanos. Además, puesto
que algunos de estos últimos no tienen todavía edad para necesitar un celular y
otros, simplemente, no quieren tenerlo, la conclusión es que el móvil se ha
hecho tan popular que hay quien los tiene por pares o incluso por tríos.
Y es que las operadoras han desistido de la tarea de contabilizar clientes y se
contentan con tener claro cuántas líneas poseen. La existencia de las tarjetas
prepago hace imposible el seguimiento del usuario, que puede tener varias para
distintos usos.
Las innovaciones tecnológicas también han contribuido a que la cifra de líneas
se eleve por encima de la población. Las tarjetas que se introducen en los
ordenadores para conectarse a internet sin cables computan como línea, al igual
que determinados dispositivos que permiten consultar el correo electrónico en
movilidad, por ejemplo.
Con todo, la penetración del móvil podría ser incluso superior si las operadoras
contaran todos los dispositivos celulares que están repartidos por el país. Los
hay en las máquinas expendedoras -avisan cuando faltan productos o se producen
averías-, en los sistemas de alarma y en otros muchos sitios. Afortunadamente,
la mayoría de las telefónicas no suma estas conexiones, porque si no el futuro
se cifraría en cientos de millones de celulares.
También falsea un poco la comparación la posibilidad de que haya líneas
inactivas en la cartera de clientes de las operadoras. Vodafone hizo una
limpieza hace unos años y restó casi 300.000 usuarios de sus listas. Telefónica
Móviles fue más allá y en 2004 sacó de sus cuentas 1,3 millones de líneas. Amena
es la única que ha dejado intactos sus números.
En cualquier caso, con más o menos rigor, las telefónicas siguen determinados
criterios para dar de baja clientes. Vodafone, por ejemplo, considera inactivo a
cualquier usuario que no ha recibido o hecho llamadas en tres meses y Telefónica
Móviles da de baja -a efectos de contabilizarlo- a un cliente que no tenga saldo
durante un mes.
Sea cual sea la cifra real de líneas y clientes, el crecimiento de la telefonía
móvil es inapelable. Pese a la evidente saturación del mercado, las tres
compañías celulares sumaron 1,22 millones de consumidores en el último
trimestre, 4,5 millones en 2005 y casi 30 millones en poco más de seis años.
Con el salto de la barrera del 100%, España entra en el selecto club de los
países que han superado esa cota. Porque tener más móviles que habitantes es un
hito importante, pero otras naciones lo han hecho antes. Luxemburgo lo superó
hace tiempo, al igual que Suecia, Reino Unido o Italia. |