Esta decisión se conoce apenas cuatro meses después de que las compañías
anunciaran un acuerdo de intenciones que, según dijeron, abría el camino a la
creación
de un nuevo grupo con capacidad de competir en el mercado global de las
tecnologías.
La compañía finlandesa explica que rompió las negociaciones al constatar que
"los términos y las condiciones de la alianza propuesta no eran satisfactorios
ni del interés de Nokia a largo plazo". "Junto a un entorno de desarrollo de
CDMA ya prohibitivo desde un punto de vista financiero, los últimos
acontecimientos indican que los mercados emergentes de CDMA se están
complicando", añadió.
Tomadas estas cautelas, Nokia se decanta por participar de forma "selectiva" en
el "mercados clave" de CDMA, sobre todo en Norteamérica. El acuerdo con Sanyo,
en todo caso, "no iba a ser tan beneficioso como se había anticipado", señaló el
vicepresidente ejecutivo de Nokia, Kai Oistamo.
La compañía finlandesa ha anunciado además una reestructuración de su negocio de
CDMA, cuyo coste rondará los 150 millones y que, según sus previsiones, tendrá
una incidencia final positiva sobre los márgenes operativos.
La 'joint venture' con Sanyo iba a emplear a alrededor de 3.500 personas y a
crear una plataforma para CDMA que rivalizara con la de otras compañías como la
coreana Samsung Electronics. Nokia y Sanyo tenían pensado hacerse con una cuota
de mercado conjunta del 20% a nivel global.
Para Sanyo, que mantiene los esfuerzos para remodelar su negocio y salir de la
crisis, la 'joint venture' con Nokia había sido presentada como la primera gran
noticia en mucho tiempo. El sistema CDMA está fuertemente implantado en Japón,
Estados Unidos, Brasil, India y China, mientras que en Europa el sistema GSM
(Global System for Mobile Communication) es el más utilizado. Nokia es un líder
mundial en GSM, pero un actor de segunda línea en CDMA.
|