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Para los que no quieran desprenderse de su antiguo
móvil, la compañía ofrece adaptadores que permiten instalar el
alcoholímetro en los aparatos que no lo lleven incorporado. Un
dispositivo que de momento no permite saber con exactitud en cuánto se
rebasa la tasa de alcohol en sangre permitida por ley.
Su funcionamiento es sencillo: el usuario sopla sobre un pequeño
orificio en el teléfono. Si se ha bebido de más el aparato emite una
alerta sonora y muestra en su display una pequeña animación de un coche
estrellándose contra conos de tráfico.
Una curiosa característica que acompaña al LP4100 es la posibilidad de
configurarlo para impedir marcar determinados números almacenados en
caso de que el test de positivo, con la intención de evitar situaciones
“embarazosas”. Muy considerados los creadores de un aparato que sin duda
velará porque su dueño no cometa ningún error, ni en la carretera ni
fuera de ella. |