Agencias -
Zennstrom apadrinó el lanzamiento de un nuevo plan de acción diseñado por el
vicepresidente del Ejecutivo comunitario, Guenter Verheugen, cuyo objetivo es
multiplicar por tres, de 2.000 a 6.000 millones de euros, la inversión anual en
capital riesgo para las empresas que empiezan su actividad. Verheugen subrayó la
contribución de la Comisión al éxito de Skype porque invirtió en un 5% de sus
acciones 'cuando no estaba garantizado que fuera un éxito'.
El consejero delegado de Skype explicó que cuando se lanzó la idea de la empresa
de telefonía por Internet en 2002, el primer inversor que vino a buscarles era
de Silicon Valley, pero exigió que también pusiera dinero una firma europea.
Ello retrasó un año cerrar la primera ronda de financiación. 'Vimos que muchos
capitalistas europeos tenían miedo a asumir riesgos, era un tema cultural',
dijo.
El siguiente obstáculo fue la apertura de una cuenta bancaria. 'Las nuevas
normas sobre blanqueo de dinero lo hacen extremadamente difícil cuando tienes
varios inversores', dijo Zennstron. También fue complicado contratar a los
trabajadores en distintos países, como Luxemburgo, Suecia, Dinamarca y Estonia,
porque las legislaciones nacionales obligaban a abrir delegaciones y
'necesitábamos mucho asesoramiento y expertos contables'.
'Pudimos superar estos desafíos porque estábamos muy motivados para avanzar y no
aceptábamos el 'no' como respuesta', subrayó. Pese a todo, dijo que si Skype
hubiera sido una compañía de Silicon Valley no hubiera triunfado. 'Al estar en
Europa comprendemos mejor que el mundo es el mercado, y que hay que mirar más
allá de tu país', apuntó.
PROMOVER EL CAPITAL RIESGO
La Comisión atribuye las dificultades para la creación de empresas innovadoras
en la UE a la falta de espíritu emprendedor, los problemas de información y la
fragmentación del mercado. Su plan de acción consiste en consagrar más fondos a
la financiación de las pymes (1.000 millones de euros durante el periodo
2008-2013, con un efecto movilizador de 30.000 millones que podrían beneficiar a
400.000 pymes).
También tratará de estimular el capital riesgo, eliminando todos los obstáculos
a las operaciones transfronterizas y revisando las normas de ayudas de Estado.
Además, se reforzará la financiación bancaria de la innovación, mediante la
organización de una mesa redonda entre bancos y pymes para mejorar relaciones.
Finalmente, Bruselas quiere que los Estados revisen sus marcos jurídicos y
fiscales para ayudar a las empresas innovadoras que empiezan.
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