Agencias - Los operadores españoles podrían ser los más perjudicados por esta
norma porque son los que más se benefician del 'roaming' por el gran número de
turistas extranjeros. La Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (CMT) ha
defendido que la UE se limite a fijar un tope para las tarifas minoristas, pero
que no intervenga en el caso de las tarifas mayoristas, las que se cobran unas
compañías a otras por el uso de las redes.
Pese a todas las presiones en contra, la comisaria para la Sociedad de la
Información, Viviane Reding, está dispuesta a seguir adelante con sus planes. El
miércoles propondrá fijar un tope para las tarifas mayoristas. Este tope no
podrá superar, para el 'roaming' doméstico, el doble de la tarifa media de
terminación móvil en la UE, mientras que para las llamadas internacionales el
máximo será el triple de esta media. En el caso de España, la tarifa media de
terminación móvil es de 13 céntimos de euro, según los cálculos de la CMT.
También habrá un tope para las tarifas minoristas, las que se cobran a los
clientes, que sólo podrán ser un 30% más altas, como máximo, que el coste
mayorista. Es decir, que el margen de beneficio máximo que se permitirá a los
operadores será este 30%.
Dos aspectos fundamentales de esta nueva norma todavía no están cerrados.
Todavía no se sabe si se prohibirá que se cobre por las llamadas recibidas al
viajar en el extranjero, como quería inicialmente Reding, o se permitirá una
tarifa mínima que refleje su coste real. En la actualidad, el precio medio de
una llamada de 4 minutos recibida en el extranjero es de 4 euros, pero su coste
real no pasa de uno o dos céntimos. Tampoco se sabe si se introducirán topes
para los mensajes de texto (SMS) o la transmisión de datos.
Durante los debates previos para ultimar esta propuesta ha trascendido que
varios comisarios se han manifestado en contra, no tanto por oponerse al
principio de reducir los costes del 'roaming', sino por el temor de introducir
una norma excesivamente compleja y costosa para las empresas.
Entre los miembros del Ejecutivo comunitario más reticentes se encontrarían el
vicepresidente y responsable de Industria y Empresas, Günter Verheugen, o el de
Comercio, Peter Mandelson. No obstante, fuentes próximas a la comisaria Reding
aseguraron que no habrá problemas para aprobar el texto el 12 de julio.
En un intento de última hora para frenar este reglamento, varios operadores como
Vodafone o T-Mobile han anunciado reducciones en sus tarifas de itinerancia
internacional. Además, la Asociación Internacional de Operadores de Telefonía
Móvil (GSMA, en sus siglas en inglés) ha advertido de que los planes de Bruselas
provocarán un aumento del precio de las llamadas nacionales y una disminución de
la inversión del sector.
Si la propuesta de Reding recibe el visto bueno del colegio de comisarios,
deberá ser debatida a continuación por los Veinticinco y por la Eurocámara. La
comisaria espera que pueda entrar en vigor durante el segundo semestre de 2007.
Las compañías telefónicas ingresan 10.000 millones de euros anuales en toda la
UE por 'roaming', cifra que supone entre el 6 y 7% de su volumen de negocios,
según los datos de la Comisión.
Por una llamada de cuatro minutos, los precios de la itinerancia pueden variar
desde los 0,20 euros pagados por un usuario finlandés que llame a su país desde
Suecia, a los 13,05 euros de la llamada de un usuario maltés en Letonia. En
España, la horquilla varía entre los 8,35 euros del turista español en Letonia
hasta los 3,39 euros, que es la tarifa estándar que cobra Amena en los países de
la UE.
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