|
Noticias
relacionadas |
|
|
|
De hecho, los precios de
los hoteles bajan en verano en las urbes de mayor afluencia turística, que entre
julio y agosto se deprecian hasta el 26%. Sin embargo, el precio de los hoteles
de estas ciudades vuelve a tomar una senda alcista desde agosto hasta diciembre.
Esta disminución de precios
significa que dos personas que planifican hacer unas mini-vacaciones de tres
días durante el verano pueden ahorrar 217 euros, que serían suficientes para
cubrir los gastos del viaje en avión en una compañía de bajo coste.
Efectivamente, en la época
estival los residentes locales abandonan las ciudades y los turistas que
prefieren las estancias largas se dirigen a los destinos de playa, con lo que la
demanda de alojamiento en las grandes ciudades sufre un descenso que provoca una
contención de los precios.
Por otra parte, el crecimiento
y la continua aparición de nuevas compañías aéreas de bajo coste permiten a los
turistas efectuar escapadas cortas durante las temporadas bajas y además
fomentan la tendencia de realizar reservas con bastante antelación. Esta
tendencia está provocando variaciones en los precios de los hoteles, con lo que
en las temporadas bajas éstos experimentan una subida sensible.
Mikel Otegui, director de
Marketing de Hotels.com en España, asegura que: “escoger el momento óptimo
para irse de vacaciones hoy en día es fundamental, especialmente si pensamos que
el precio del alojamiento es el que incide más en el coste total de las
vacaciones. Por eso, los turistas que aguantan bien el calor harían muy bien en
escapar a las grandes ciudades y no creer que los precios en estos destinos
seguirán su tradicional movimiento según temporadas altas y bajas. De hecho,
muchos destinos baratos – los más consolidados entre las vacaciones de los
franceses, italianos y españoles a lugares emergentes de Europa central y del
Este – ofrecen precios aún más atractivos durante el verano.”
|