Una muestra más de la ética empresarial del Sr. Leopoldo Fernández Pujals, que
intenta aprovecharse de las lagunas generadas en el tratamiento de los datos
personales por la ley de protección de datos. En España se regula
exhaustivamente su tratamiento, "pero no se impidió que estos datos personales
sean exportados a otros países en los que no se cuentan con las mismas garantías
de protección".
La empresa Jazztel parece estar dispuesta a abandonar España y trasladar sus
servicios de atención al cliente, fuera de nuestro país e instalarse en
Argentina, buscando sin lugar a dudas un abaratamiento de costes salariales.
Esta empresa parece tener las instrucciones claras por parte del presidente
Leopoldo Fernández Pujals de la compañía: “ aumentar el numero de ventas sea
como sea”. Para este objetivo Jazztel ha creído que la forma más rápida de
crecer es instalarse en países donde desgraciadamente las condiciones laborales
están muy por debajo de las conseguidas en este país, con gran esfuerzo de los
agentes sociales.
Fuentes cercanas a CC.OO. que trabajan para las plataformas en aquellos países,
dicen estar sometidos a una presión asfixiante para aumentar el volumen de
negocio en muy corto espacio de tiempo, al grito de ¡vendan!, ¡ vendan todo lo
que puedan! y después se encargará nuestro departamento de atención al cliente
de solucionar los problemas. Lo que han de saber los clientes de esta compañía
es que según las noticias que tenemos de los trabajadores de allá, las
condiciones en las que se realiza el trabajo son pésimas y rozan la explotación
laboral, pero sobre todo que los problemas técnicos y de infraestructura
generados por esta política empresarial, se transforman sin lugar a duda en un
mal servicio al cliente, que por lo normal cargará sus tintas desahogándose con
trabajadores que muy poco pueden solucionar.
Este es el modelo empresarial del Sr. (nombre del presidente) que hoy
denunciamos ante la opinión pública y ante las asociaciones de consumidores.
Empresas como Jazztel, son un ejemplo palpable de lo que son malas prácticas
empresariales y que tras una cuidada imagen en los medios de comunicación y
millones de euros invertidos en publicidad, esconde la peor cara del tejido
empresarial español.
No parece importarles nada los más de 800 trabajadores y trabajadoras que
dejarán en la calle el próximo 31 de julio de forma fraudulenta y torticera, ya
que hay que recordar que Jazztel tenía contrato con estas plataformas por cuatro
años más, lo que demuestra de forma clara cual es la responsabilidad social de
esta empresa y el tipo de servicio que puede dar a sus clientes, que comprueban
estupefactos que el gasto generado en sus facturas mensuales, no contribuirán ya
a generar prosperidad ni empleo en su propio país. |