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Agencias - La operación está condicionada al visto bueno de los reguladores y quedará cerrada a comienzos de 2007. De aprobarse sin condiciones, Telecom Italia se convertirá en el segundo proveedor de banda ancha de Alemania, con una cartera de 3,2 millones de clientes, sólo por detrás de una de las divisiones de Deutsche Telekom, T-Online International.

Telecom Italia ve en esta compra una oportunidad para situarse en primera línea del negocio del ADSL en Alemania, que a finales de junio atraía a 12 millones de suscritores y que en los próximos tres años podría alcanzar los 22 millones. La compañía italiana entró en el mercado alemán en 2003 con la compra de Hansenet, tras lo que confió en el crecimiento orgánico forma de expansión.

Tras esta operación, Telecom Italia alcanzará los nueve millones de suscriptores en toda Europa, con presencia en las tres mayores economías de la zona euro, esto es, la francesa, alemana e italiana. AOL seguirá colaborado con la compañía italiana a través de servicios de banda ancha y de un portal en Internet conjuntos. Además, se encargarás de las ventas 'on line' del nuevo negocio.

AOL ha operado en Alemania durante diez años, en los que se ha especializado en los accesos a Internet. Este mismo año, se situó en el segundo y tercer puesto en los mercados de banda estrecha y ancha, respectivamente, después de atraer 1,3 millones de clientes de la primera modalidad y 1,1 millones de la segunda.

El consejero delegado de Telecom Italia, Riccardo Ruggiero, aseguró que la adquisición 'marca un nuevo paso en la estrategia de la compañía de orientarse hacia servicios de banda ancha y contenidos de nivel internacional'.

Por su parte, el presidente y consejero delegado de Time Warner, Dick Parsons, valoró positivamente la nueva colaboración entre AOL y la compañía italiana, así como la transición del negocio de banda ancha en Internet hacia el de la publicidad.

La decisión de vender el negocio alemán no sorprende a los inversores, que esperaban una medida de este tipo después de que AOL anunciara en agosto un plan para suprimir 5.000 empleos --una cuarta parte de su fuerza de trabajo mundial--, en el contexto de un plan de reestructuración con el que, entre otras cosas, aspira a ahorrar unos 790 millones de euros hasta final del año que viene.