Según el estudio, que será presentado en la Sociedad Británica de Psicología,
el 16% de los 106 usuarios estudiados manifestaron reacciones de irritabilidad y
stress.
Uno de los investigadores, David Sheffield, apuntó también que los sujetos
mentían acerca del uso del móvil, principalmente al no asumir la regularidad com
que lo hacían, manifestando también una excesiva preocupación relativamente al
móvil.
Las conclusiones del estudio fueron reforzadas por los exámenes realizados a 20
usuarios antes y después de la investigación: la presión arterial era más baja
cuando el uso del móvil era abandonado.
«Las conclusiones sugieren que un gran número de personas usan móviles
intensamente», subrayó el investigador.
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